Lo artístico del hierro forjado es una tradición artesanal que remite a mucho tiempo atrás. Un concepto que suma distinción y firmeza en partes iguales. Y por eso cuando pensamos en muebles, su uso es una alternativa elegante y duradera que hace frente a la prueba del tiempo.

Es con la llegada de los días lindos que los jardines y terrazas toman el protagonismo pleno y se vuelven espacios indispensables para disfrutar del buen clima y las reuniones, por eso el interés de muchos en conocer qué ventajas ofrecen los juegos de jardín de hierro – Melting.

Si estás planeando renovar y sacarle más provecho al espacio al aire libre, veamos las ventajas que tiene optar por muebles de hierro y cómo hacer su cuidado.

Desde trabajadas rejas y balcones hasta detalles en patios y jardines modernos, este material ha ido ganando terreno en la arquitectura actual y el diseño interior. Se trata de un proceso artesanal que supone calentar el hierro hasta que esté en un estado maleable y luego se le da forma a través del martillado. Una tarea que además de posibilitar la creación de formas y diseños a medida, refuerza la resistencia del metal, asegurando que los muebles sean además de duraderos, atrayentes.

Un material que recuerda elegancia y antigüedad, y es habitual en estilos decorativos del tipo rústico, vintage y nórdico, adaptándose además a lo contemporáneo.

Propiedades y ventajas del mobiliario hierro para jardín

Los muebles de hierro vienen siendo muy estimados por su poder estético y sus numerosas características funcionales. Se trate de un elegante jardín, un balcón o un patio interior con sillones de jardín de hierro, se trata siempre de una combinación única de diseño y vida útil.

En lo que sigue, conoceremos más de los beneficios que aportan.

Durabilidad y resistencia

Este tipo de material es popular por su fuerza y durabilidad. Al estar habituado a un proceso de forjado, suma una resistencia extra que favorece su soporte y resistencia a los impactos sin llegar a deformarse.

Perfecta para el soporte de todos los días, a diferencia de otros materiales, no pasa por procesos de descomposición o desgaste. Bien tratada, puede resistir corrosión y seguir luciendo bien por mucho tiempo.

Simple mantenimiento y adaptación al clima

Volviendo al tema que nos ocupa, un aspecto clave del hierro es su fácil mantenimiento. Una higiene periódica con un paño humedecido alcanza para mantener el mobiliario impecable. En caso de oxidación, una ligera lijada y una capa de pintura le devuelven la belleza original.

Asimismo, es ideal para resistir diferentes condiciones del clima. Su solidez y peso lo vuelven resistente a condiciones como fuertes vientos, mientras que su poder para resistir la humedad resguarda de áreas lluviosas. Utilizando un buen tratamiento, es capaz de resistir la formación de óxido y seguir con su porte en todas las estaciones.

Un material que siempre encuentra su lugar y que, bien atendido, puede mantenerse como el primer día por mucho tiempo.