La historia viviente
15 de febrero de 1974

VIDEO | Hace 50 años, Perón creaba la Secretaría de Gobierno y designaba al coronel Damasco a cargo de la misma

El general Juan Domingo Perón junto al coronel Vicente Damasco.

Por Rubén Lombardi (*), especial para NOVA

El 15 de febrero de 1974, el general Perón creó la Secretaría de Gobierno y designó al coronel Damasco, que seguía en actividad en las filas del Ejército, al frente del organismo (con retención del cargo de secretario militar), y a Monti como subsecretario, y les impuso por escrito como tarea primordial la redacción del "Modelo argentino".

En el contexto de una Argentina a la que quería y necesitaba pacificar, pero que se desangraba en medio de enfrentamientos internos, y frente a los permanentes obstáculos que demoraban el tránsito hacia una sociedad más justa, Perón impulsó la realización de una especie de testamento centrado en el tema de la unidad nacional, su principal obsesión en la última etapa de su vida.

El "Modelo argentino" debía ser una propuesta concreta para alcanzarla. Con palabras sencillas y con profunda convicción era el tiempo de señalar con claridad que para un argentino no debía haber nada mejor que otro argentino (que es la idea central que recorre e impulsa al documento póstumo de Perón).

A partir de los últimos días de febrero, un grupo de diez o doce intelectuales convocados por Damasco comenzó a trabajar en la Secretaria de Gobierno con el objetivo de concretar la orden de Perón. El doctor Monti fue el coordinador de la tarea, quien recibía el aporte de los asesores y procedía a la redacción de la síntesis final.

Damasco le llevaba periódicamente los originales al general, quien le hacía las correcciones que consideraba necesarias. Finalmente, el 31 de marzo, en una reunión que tuvo lugar en la Quinta Presidencial, fue presentado y expuesto ante Perón el contenido completo del documento.

Tras el discurso del presidente de la Nación presentando y anunciando el "Modelo argentino" ante la Asamblea Legislativa, los sucesos producidos por la tarde en la Plaza de Mayo (su enfrentamiento con los sectores de la juventud de la "tendencia revolucionaria") y la permanente y silenciosa obstaculización al pacto social por parte de otros sectores desinteresados en el bien común, exhibían ante la mirada del viejo general las serias dificultades que trababan el camino hacia la unidad nacional.

Perón, con su salud ya mellada, redobló entonces sus esfuerzos e intensificó su voluntad de terminar el "Modelo argentino". Lo presentó ante su gabinete de ministros el 31 de mayo y le hizo entrega a cada de sus integrantes de una copia del documento que, todavía inédito, comenzó a circular fotocopiado en los ámbitos cercanos al poder.

Se anunció entonces que en veinte días iba a ser masivamente publicado para que todos los argentinos lo conocieran y pudieran debatirlo. Ésa era la idea y el deseo de Perón. Tenía que crearse un "Consejo para el Proyecto Nacional" donde se elaborase un modelo de país que nos contuviera a todos. El "Modelo argentino" del general era, así lo definía él, una modesta contribución para ello.

En el momento en que todo eso debía concretarse, la salud de Perón se deterioró definitivamente y falleció el 1ro de julio. Y aunque Damasco siguió ocupando el cargo de secretario de Gobierno durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, nada de lo anunciado se cumplió: el modelo no se editó y, durante un año, poco y nada se volvió a hablar de él.

Es que el modelo tenía sus opositores. Su principal enemigo, dentro del mismo gobierno, fue José López Rega, la ominosa sombra de Perón. Cuenta el periodista Heriberto Kahn (en su libro póstumo "Doy fe") que Damasco se había quejado ante el general de que "López Rega le había colocado micrófonos en su despacho de la Casa de Gobierno con el objeto de grabar sus conversaciones".

Fallecido el General, su sola presencia como "hombre fuerte" del gobierno de María Estela Martínez de Perón fue la que impidió sistemáticamente la edición del "Modelo argentino", documento del que siempre quiso "apropiarse" sin poder lograrlo.

Esta nefasta influencia quedó claramente evidenciada por el hecho de que, cuando en julio de 1975, López Rega debió abandonar el gobierno y es virtualmente expulsado del país, la presidente convocó al coronel Damasco como ministro del Interior.

El coronel asumió el cargo con la convicción de que había llegado la hora del proyecto nacional y, en la primera reunión del nuevo gabinete, distribuyó nuevamente carpetas que contenían el documento de Perón como ayuda memoria para diseñar las acciones de gobierno. Pero esa ilusión sería efímera. En las sombras operaban otros enemigos del proyecto nacional. Sectores retrógrados del Ejército, amparándose hipócritamente en que se oponían a la presencia de Damasco como ministro del Interior por su condición de militar en actividad, comienzan un proceso desestabilizador que culminará, precisamente, con el "proceso de reorganización nacional" (los generales "profesionalistas" eran Videla, Viola, Delía Larroca, Suárez Mason y Urricarriet, cuyos nombres eximen de todo otro comentario).

Primero caerá el comandante en jefe del Ejército, el general Numa Laplane (reemplazado por Videla) y después, en medio del encarnizado enfrentamiento interno entre "verticalistas" y "antiverticalistas", Damasco quien, al verse obligado a renunciar al cargo apenas un mes después de haberlo asumido, se lleva consigo todo el material relacionado con el "Modelo argentino para el proyecto nacional", transformándose así en su exclusivo depositario.

A pesar de que el coronel Vicente Damasco conservó celosamente en custodia esos originales, a la espera de un tiempo propicio para darlos a conocer (que no habría de llegar), a partir de las fotocopias de aquellas carpetas que habían sido presentadas ante el gabinete de ministros por Perón primero y por Damasco después, el documento póstumo de Perón inició su lenta e irregular difusión.

En ediciones rústicas, poco rigurosas la mayoría de ellas, con notorias variantes en la redacción entre sí (originadas en la ausencia de un original "canonizado" y en la posible existencia de "carpetas" con diferencias entre sí), copiadas unas a otras a partir de las primeras aparecidas en febrero y marzo, pareció iniciarse el proceso de esclarecimiento popular todavía inconcluso.

Esto es en aproximado detalle lo ocurrido con este documento y que el peronismo, si quiere reencontrarse con sus esencias, debería reflotar.

Más información en todoperon.org, sección 8/ capítulo 4/ Página 5 de “Perón, la revolución inconclusa” y en este link.

Lectores: 1188

Envianos tu comentario

Nombre:
Correo electrónico :
Comentario: