Hasta el 16 de enero, las ciudades peninsulares fueron escenario de la Semana de la Moda dedicada a las tendencias en indumentaria de hombre. Las grandes marcas dan el presente, con el regreso de Fendi y Gucci como puntos salientes.

El martes 9 de enero marcó el inicio de la temporada otoño-invierno 2024/25, con la inauguración de la Semana de la Moda Masculina en Italia. La ciudad de Florencia fue el punto de partida como escenario de la prestigiosa feria Pitti Uomo.

La 105° edición del evento se celebró en la Fortezza da Basso del 9 al 12 de enero, bajo el sugestivo lema "Pitti Time". Centrada en el concepto del tiempo, destacó, además de su gran propuesta internacional y la participación de más de 800 marcas, el impacto del street style que genera temporada tras temporada.

Posteriormente, la atención se trasladó a Milán, donde la maratón de moda masculina continuó hasta el 16 de enero. Con 21 desfiles en el programa, el regreso de marcas de renombre como Fendi y Gucci destacaron junto con Giorgio Armani, Dolce & Gabbana, Prada y Zegna.

La vibrante atmósfera dejó una huella imborrable. Mientras que en Florencia las calles gritaban tendencias, en Milán las pasarelas impusieron lo próximo para el invierno, marcando el comienzo de una temporada llena de estilo.

Lo mejor de la moda está en las calles

En un frenesí de novedades, el sportswear se instala como aliado masculino en la ciudad de Florencia. Los elementos más clásicos se redefinen a través de accesorios protagonistas y estampados, como el tartán o escoceses Príncipe de Gales y Vichy, que buscan una silueta más relajada y moderna.

El estilo cowboy y marinero encarnan grandes influencias que junto con la sastrería relajada toman las calles de la gran ciudad, imponiendo los blazers con detalles setenteros. Con respecto a los abrigos, continúan en sus variantes más clásicas, en tamaños XL y colores neutros, sumando corderito y cuero como alternativas.

El cuello se adorna con pañuelos y corbatas, que se suman a las gorras en crochet, boinas y caps junto con anteojos de sol, guantes y joyería visualmente impactante. En lo que respecta al calzado, el mocasín con medias continua siendo un favorito, aunque poco a poco es desplazado por las balerinas masculinas. Borcegos y zapatillas deportivas continúan siendo clásicos.

Pasarelas con grandes relatos

Sabato de Sarno dio inicio a la semana con su primera colección masculina desde que tomó el mando de Gucci. Una elegancia irreverente destacó en “Gucci Ancora”, con colores y siluetas clásicas. Prendas en bordeaux, verde lima y azul cerúleo fueron las más impactantes.

En el otro extremo, Dsquared2, una firma con gran relevancia en las últimas temporadas por la manera de divertirse y lograr combinar lo urbano con lo formal, presentó prendas estilo leñador, denim gastado, brillo, transparencias, prendas de peluche y pieles, generando looks diversos.

Por su parte, Dolce Gabbana, Fendi y Emporio Armani se presentaron el mismo día. La pasarela de D&G se mantuvo sobria, con una propuesta en negro, blanco, gris, prendas de denim y cuatro atuendos con pieles. En el caso de Fendi, propuso más versatilidad y pensó una colección para un hombre de todos los días, con inspiración inglesa y combinando la ciudad y el campo. Y el show de Armani fue digno de un emperador, donde la pedrería y el estilo marinero se adaptaron a las prendas más clásicas de la firma.

La colección JW Anderson, inspirada en "Eyes Wide Shut", la película de Stanley Kubrick, dio a conocer prendas loungewear y ajustadas, dando enfoque a una nueva masculinidad que se muestra con suéteres y conjuntos íntimos, contrastando con abrigos y chaquetas. El desfile culminó con la proyección de un cortometraje sobre la artista Christiane Kubrick (viuda del cineasta) en el cine Il Cinemino, de Milán.

En los shows de Prada y Zegna, las pasarelas fueron las protagonistas. Miuccia Prada y Raf Simons presentaron una colección que fusionó naturaleza y oficina, reflejando el miedo a la autodestrucción ambiental.

El escenario boscoso bajo cristal reforzó la temática, donde las chaquetas ventiladas, tweed, gabardinas y pantalones hípster se mezclaron en un desfile que cuestionó la relación de los materiales con la moda, con modelos llevando gorros y zapatos peculiares.

Finalmente Zegna, en una pasarela con una montaña de lana de cachemira color azafrán, reflejó su gran importancia en una de las telas más nobles, con una colección pensada para hombres que exigen lujo informal de alta gama.