El columnista invitado
Agresivo y vulgar

La libertad no es llamar "idiota útil" al que piensa diferente

El periodista Gustavo Zandonadi.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA.

Este domingo el presidente Javier Milei afirmó en una entrevista que dio a Radio Mitre que la inflación del 30 por ciento en diciembre “es un numerazo” porque “venía para 45 por ciento”. Los números que defiende Milei representan una enorme pérdida del poder adquisitivo de los argentinos, cuyos ingresos en el último mes se evaporaron, sin que el gobierno hable de recomposición salarial ¿Qué es entonces lo que festeja el presidente? No es coherente su actitud y resulta incomprensible en las actuales circunstancias.

El presidente aprovechó para hacer una encendida defensa del DNU 70/2023 cayendo en un lenguaje agresivo y vulgar que trajo recuerdos de su etapa de invitado frecuente a programas de televisión. Palabras como “tongo” o llamar “idiotas útiles” a los que no piensan como él es algo muy desagradable en boca de un hombre que debe ser un soldado de la institucionalidad. No hay olvidar que en este país hubo un gran orador, qué se llamó Raúl Alfonsín, quien hizo su carrera política diciendo cosas muy fuertes sin necesidad de insultar a nadie.

Pero la pirotecnia verbal de Milei fue más allá. El presidente dijo que los sectores que quieren tratar el proyecto de ley enviado por el gobierno en el Congreso en forma escalonada es porque quieren “coimear” ¿En qué país democrático el gobierno no se sienta a dialogar con la oposición y de paso, la insulta? La postura de Milei es otra muestra de su desprecio por la democracia representativa y el equilibrio de poderes, y una clara señal de que busca deslegitimar a cualquier voz crítica, en nombre de la libertad.

Estamos ante un fenómeno sin precedentes en la historia democrática argentina. Nunca se vio que un presidente conceda notas con la única finalidad de mostrarse como el dueño de la verdad absoluta y sin abrir un canal para el entendimiento de las fuerzas políticas que representan a todos los argentinos, los que votaron por Milei, y los que no.

Es claro que la Argentina nunca podrá superar sus problemas si los que tienen que tomar decisiones no se sientan a tomar un café con los que fueron elegidos para ser el contrapeso necesario para el funcionamiento del sistema democrático. Ese café -que hace años que es postergado- sería muy útil para intentar salir del pozo incluyendo a todos.

A partir de estas declaraciones presidenciales es válido preguntarse cuál es el significado de la palabra libertad, porque no puede haberla si los que están en la vereda de enfrente no son tenidos en cuenta.

En otro orden de cosas, Milei habla de tres décadas para volver a ser potencia, añorando los tiempos en que el Granero del Mundo se escandalizaba por el Informe del doctor Bialet Massé sobre el estado de la clase obrera, que en 1904 que decía cosas terribles para describir la realidad de entonces: “águilas del progreso, héroes anónimos, que labran el canal de la riqueza de que ellos no van a gozar”. Esa Argentina quedó atrás, sepultada por la movilidad social ascendente que alguna vez existió en este país ¿Será por eso que al gobierno no quiere hablar con la oposición?.

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