Aunque se suele relacionar con las tendencias de los años 90 y 2000, los orígenes del choker se remontan a cientos de años atrás, siendo Ana Bolena la primera persona que aparece en un cuadro luciendo una gargantilla de este tipo. Desde entonces, la popularidad del choker ha fluctuado muy poco y ha sido un accesorio que se ha adaptado a cada época, adoptando muchas formas. Ahora, la pieza ha experimentado un resurgimiento, convirtiéndose en el estilo de collar preferido para la Temporada SS24, esta vez apareciendo en formas y tamaños bastante audaces.
El choker se convirtió en el accesorio imprescindible de la temporada, apareciendo en numerosas pasarelas con diferentes adornos y formas llamativas. Su presencia subraya el futuro previsible de este tipo de collares, que vuelven a ser el centro de atención de unos consumidores que exploran la tendencia como una nueva posibilidad o vuelven a ella con nostalgia. Los estilos atrevidos que arrasaron en las pasarelas son una forma de reintroducir la pieza para el público nuevo y el más veterano, que busca un artículo audaz que le permita ampliar su vestuario para estar a la moda.
Un estilo de choker que realmente tuvo su apogeo en la temporada SS24 fue una gargantilla de tela con forma de flor alrededor del cuello. Marcas como Christian Cowan y Ulla Johnson lo tuvieron, mientras que Keqiao y Pedro Del Hierro también utilizaron tela, aunque de forma alternativa. El collar con pedrería sobredimensionada fue otro estilo de gargantilla muy popular, presente en las pasarelas de Stella McCartney, Zimmermann y Emilia Wickstead, donde los diseños llamativos complementaron los looks. Laquan Smith, por su parte, evocó el mundo de las películas de ciencia ficción de los años 70 con su propia versión: una pieza metálica acanalada que atravesaba el cuello.
El choker habla por sí mismo, al utilizarlo para complementar un look sencillo y elevarlo sin esfuerzo. Esto significa que el collar puede combinarse con prendas minimalistas, como un pequeño vestido negro o un traje de dos piezas, que se verán realzados al añadirles una gargantilla. Los que eligen looks más osados no deben tener miedo de ir un paso más allá. Estampados atrevidos que puedan combinar con el color del collar o texturas que contrasten con las de la gargantilla son buenas formas de aumentar el volumen.
los lentes, el choker, la remera que parece de una nena de 11 años, EL LIBRO se puede ser tan grasa como canjela?? ya que puede que lea esto quiero que sepa que un libro es algo que se usa para LEER lo abris y tiene muchas palabras! no es un accesorio mamu pic.twitter.com/rltV9lMjtc
— fofoqueira (@fofocaXever) December 5, 2023