El cuerpo humano está creado para disfrutar del sexo. El acto sexual libera una cascada de hormonas que desencadenan el placer, la felicidad y la unión, entre otros múltiples beneficios.
“La sexualidad es un aspecto central del ser humano presente a lo largo de su vida, se expresa de diferentes maneras y es fuente de placer y bienestar y contribuye a la realización personal y la satisfacción general”, afirma la Declaración de Derechos Sexuales de la World Association for Sexual Health (WAS). Sin embargo, aún existen muchos mitos y tabúes al respecto en las personas de más de 50.
Los beneficios de las relaciones sexuales para la salud después de los 50 años https://t.co/JWzQ4nkaUo pic.twitter.com/tYcFpbGS4e
— Luna y el Sexo (@LunayelSexo) September 28, 2023
“Se suele creer que, al superar esa edad, ya no es posible tener relaciones coitales, que las personas tienen que ser ayudadas por alguna medicación cuando no hay erección, que no existe la posibilidad de tener una orientación homosexual, que ya no se masturban y que el cuerpo ya no es erótico”, sostuvo a Infobae la licenciada Viviana Wapñarsky, miembro de la sección Sexología, perteneciente a la División Ginecología del Hospital de Clínicas de Buenos Aires.
A pesar de que en el área reciben cada vez más consultas de este grupo etario, “que disfruta de la sexualidad” según los especialistas, la información sobre este nuevo momento vital no abunda ni está en la agenda social, cultural ni política.
Cómo cambia la sexualidad
La doctora Laura Maffei, endocrinóloga, especialista en estrés y directora de Maffei Centro Médico explicó que la sexualidad sufre cambios a lo largo de toda la vida. “A partir de los 40 años las mujeres experimentan una reducción de una hormona que es la masculina, la testosterona, y puede influir en el deseo. Esta es una disminución progresiva, lenta, que en algunos casos afecta un poco más, en otros menos”.
Y completó: “En realidad, existen varios factores multicausales que pueden incidir en el deseo y en la sexualidad en general. e incluyen aspectos emocionales, hormonales, estrés, impacto de la vida y etapas vitales”.
Y los hombres también experimentan cambios: “Existe una disminución más baja, más progresiva de la testosterona, que es la hormona que guarda mayor relación con el deseo. También pueden tener una reducción en la potencia, por lo tanto, hoy en día existe la opción de utilizar fármacos como el sildenafil y otros, que aumentan la probabilidad de tener erecciones y así mejoran significativamente la función eréctil y por lo tanto, la sexualidad, siempre hablando en términos genitales”.
Aunque tanto en las mujeres como en los hombres existe una disminución del deseo, en ellas puede intensificarse luego de la menopausia. “En esta etapa las mujeres experimentan muchas veces un cambio significativo. La disminución de los estrógenos puede ocasionar una mayor sequedad vaginal y esto tiene solución porque existen estrógenos a nivel local, vaginal, que se pueden aplicar y que protegen toda el área urogenital de la mujer. De esta forma se reduce la frecuencia de infecciones urinarias, que también a veces se vuelven más comunes y se mejora la lubricación, porque muchas mujeres pueden experimentar un cierto dolor durante la penetración”.