Su bajo perfil le permite desenvolverse en los más variados ámbitos y sentarse en las más diversas mesas políticas. Cuenta con la confianza de hombres de primer nivel y con la información de mucho de lo que pasa en la política a nivel nacional, provincial y municipal.

Sus análisis y comentarios son sesudos, interesantes y jugosos, a veces insólitos, pero seguramente atraparán el interés de los lectores de NOVA.

-¡Querido Enmascarado! ¿Qué cara de misterio traés? Dale, largá, que te conozco y algo te enteraste.

-¡Uh, amigo, sentate porque esto es de novela! ¿Te acordás del quilombo de las fotomultas? Bueno, hoy hubo un allanamiento que dejó a todos con la boca abierta.

-¡No me digas! ¿Dónde? ¿Qué pasó?

-En la oficina privada del intendente amarillo, ese de la Quinta Sección. ¡Te juro! Fue un operativo tremendo, con patrulleros y todo.

-¿El intendente? ¡No lo puedo creer! Siempre está hablando de honestidad y gestión impecable. ¿Por qué lo allanaron?

-Y, ya sabés cómo es esto… parece que el tema de las fotomultas tiene más mugre de la que imaginábamos. Según dicen, encontraron cosas comprometedoras en esa oficina: documentos, discos rígidos y hasta sobres con guita.

-¡¿Sobres con guita?! ¡Qué escándalo! ¿Y por qué en su oficina privada? ¿No era algo del Municipio?

-Justamente. La movida es que la oficina no estaba vinculada directamente al municipio, lo que lo hace más raro. Es como si estuvieran escondiendo algo, ¿me entendés?

- ¡Uf, qué quilombo se le armó! ¿Y él salió a decir algo? Porque este siempre tiene alguna excusa preparada.

-¡Obvio! Ya salió a llorar en los medios, diciendo que es una operación política y que lo quieren ensuciar porque está creciendo políticamente. Pero viste cómo es: cuando hay humo…

… Es porque hay fuego. Tremendo. ¿Y qué dicen los vecinos? Porque esas fotomultas tenían a todo el mundo recaliente.

-Están que explotan, amigo. Se sienten estafados. Si esto se confirma, va a ser un golpe fuerte para su imagen, porque venía haciéndose el buen administrador.

-Y bueno, Enmascarado, ahora hay que ver si esto queda en algo o si termina siendo otro escándalo que se diluye. Aunque por lo que me contás, parece jodido de tapar.

-Ni hablar. Igual, vos y yo sabemos cómo se manejan estas cosas. Pero te prometo que si me entero de algo más, te aviso. Esto recién empieza.

-Dale, manteneme al tanto, que ahora estoy intrigado. ¡Qué quilombito se le armó!