Todo comenzó cuando un grupo de militantes entusiastas de PyV, buscando captar la atención de las generaciones más jóvenes, realizó un video en redes sociales donde Moreno, con su característico bigote y su retórica vehemente, era editado en el Gran Comedor de Hogwarts, declamando frases como: "El que quiera importar sin permiso, que se vaya a Slytherin" o "Los precios no se controlan solos, como las varitas sin magos".

Lejos de molestarse, el ex funcionario abrazó la comparación. “Dumbledore y yo tenemos algo en común: defendemos principios y valores. Aunque él usaba magia y yo tengo el INDEC”, declaró en una reciente entrevista, entre risas. “La capa la tengo, pero en vez de varita, yo uso el micrófono para hacer magia en los actos.”

El paralelismo, aunque humorístico, empieza a cobrar vida. Su oficina en el partido ha adoptado una estética que mezcla la solemnidad del despacho de un líder político con referencias a Hogwarts: libros de economía junto a velas falsas que flotan (gracias a un militante con dotes de electricista), y hasta una taza con la frase "Líder Supremo del Ministerio de Magia Económica".

Moreno, por su parte, no ha perdido la oportunidad de incorporar la narrativa a sus discursos. “Nuestro partido es Gryffindor: valiente, ético y dispuesto a luchar contra las adversidades. Y si alguien quiere venir con brujerías neoliberales, que sepa que tengo mi propia versión de 'Expelliarmus': controles y regulaciones inteligentes”.

Claro que no todos lo ven con los mismos ojos. Algunos analistas sugieren que este intento de capitalizar el carisma del mago más famoso del mundo literario puede alienar a votantes que esperan algo más terrenal. Sin embargo, en un panorama político donde la creatividad es clave, Moreno parece haber encontrado su Patronus: el humor.

“Al final del día, lo importante no es cuál sea tu casa en Hogwarts, sino defender tus ideales”, concluyó, dejando entrever que la política, al igual que la magia, también necesita algo de encanto para conectar con la gente.

La pregunta que queda en el aire es si, en su cruzada por el bien común, Guillermo Moreno logrará conjurar un hechizo lo suficientemente fuerte como para conquistar las urnas. O, como él mismo diría, si al menos podrá convertir a "Principios y Valores" en el équivalente político del Fénix renaciendo en la Argentina.