En un documento enviado al Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, comandado por Federico Sturzenegger, y a la Secretaría de Trabajo, liderada por Julio Cordero, el sindicato solicitó lo que cualquier empleado espera: un salario que permita pagar alquiler, comer y, por qué no, tener vacaciones. Pero parece que estos derechos básicos son un lujo en la administración Milei.

Según ATE, más del 80% de los estatales ya están por debajo de la línea de pobreza. Si esto no fuera suficiente, la pérdida del poder adquisitivo en el sector público durante 2024 supera el 40%, mientras que el INDEC indica que el ingreso necesario para vivir dignamente ronda el millón y medio de pesos. ¿Qué dice el gobierno al respecto? Silencio, o en su defecto, algún discurso sobre cómo el mercado solucionará todo mágicamente.

El panorama es tan desolador que los trabajadores ya hablan de un futuro conflictivo: “Si no existe una respuesta antes de fin de año, en 2025 habrá más medidas de fuerza. Esto no da para más”, advirtió Aguiar. Pero claro, exigir paritarias en medio de un gobierno que aboga por el despido libre y la reducción del Estado es casi como pedir nieve en pleno verano.

Así llegan los estatales al cierre de año: con salarios que no alcanzan ni para cubrir las mínimas prestaciones garantizadas por la ley, un gobierno sordo y una Navidad que promete ser tan austera como las políticas económicas del libertario más famoso del país. ¡Felices fiestas!