Moreno Ovalle, en su intento de defender lo indefendible, argumentó que los recortes no pondrán en riesgo la vida de los jubilados, sugiriendo que estos pueden contar con la ayuda de familiares o amigos. "Esa persona puede tener parientes o gente que la pueda ayudar, no debe ser para tanto", declaró el legislador, muy suelto de cuerpo. Impresentable pormdonde se lo mire, el diputado ignora que los hijos de los jubilados viven una situación peor que la de sus padres, que en muchos casos al menos tienen casa propia, mientras sus hijos alquilan porque no pueden comprar una vivienda.

La medida, que implica que quienes necesiten cobertura del 100% deberán tramitar un "subsidio social" y cumplir con condiciones restrictivas, merece ser criticada porque pone el peligro a los jubilados que se quedarán sin acceso a medicamentos. En otras palabras, los liberales en el gobierno han demostrado una vez más su desprecio por el pueblo argentino, priorizando ajustes fiscales sobre la vida y la dignidad de los más vulnerables. El legislador insiste en que lo primero y fundamental es preservar el déficit cero, una frase que confirma que el neoliberalismo mata.

La indignación no se ha hecho esperar. Las redes sociales han alzado su voz contra estas medidas, denunciando que el acceso a medicamentos es un derecho básico que no puede ser sacrificado en nombre de un ajuste fiscal. En un contexto donde la inflación y la crisis económica ya golpean duramente a los jubilados, la decisión del PAMI de implementar nuevos requisitos para acceder a medicamentos gratuitos es vista como un ataque directo a su bienestar.

La frase "no debe ser para tanto" de Moreno Ovalle quedará grabada como un símbolo de la desconexión y la falta de empatía de ciertos sectores del gobierno. La mayor estafa electoral de los últimos tiempos al pueblo argentino fue hacerle creer que el ajuste es necesario, cuando en realidad es una pantalla para tapar que mientras caen el empleo y la producción, la timba financiera está de fiesta.