NOVA tuvo la suerte de hablar con ella para conocer un poco más sobre su historia y su labor en las pasarelas.

“Comencé a estar en la pasarela desde que tenía dos años, impulsada por mi mamá. Era algo que disfrutaba desde muy pequeña”, recuerda Denise. Durante su infancia, participó en desfiles para marcas de localidades cercanas, pero fue a los 15 años cuando un fotógrafo vio su potencial y la animó a formarse en una agencia.

Tras tres años de estudio, obtuvo su título de modelo profesional y llegó a ser profesora de pasarela en la misma institución. Más tarde, junto a su madre, Patricia Fanti, diseñadora de alta costura y sastrería, fundaron su propia escuela de modelos y diseño, un sueño hecho realidad para ambas.

Aunque el modelaje es su gran pasión, Denise también encontró en la docencia un espacio donde crecer y cumplir otro de sus sueños: ser maestra. “Trabajar como profesora de pasarela y con niños/as impulsó ese deseo. Hoy disfruto mucho de ambas actividades, además de leer y escuchar música”, comentó.

Actualmente, Denise trabaja de manera independiente y tiene en agenda importantes proyectos. Entre ellos, destaca su invitación a un desfile en Mar del Plata para el verano 2025, aunque aún no puede dar detalles. Además, en marzo reanudará las clases en su escuela junto a su madre, preparando nuevas propuestas para el próximo año.

En su trayectoria, Denise ha enfrentado momentos difíciles, como un comentario hiriente en su adolescencia. “Una diseñadora me dijo que era muy petiza y que no podía vestirme. Tenía 16 o 17 años y me sentí mal, pero con el tiempo aprendí a amarme tal como soy. Hoy esos comentarios ya no me afectan”, reflexionó.

Denise ha alcanzado importantes hitos en su carrera. Representó a Santa Fe en la elección de la Reina Nacional del Turismo en Jujuy, desfiló en eventos de renombre en Buenos Aires y fue invitada a un desfile internacional en Piriápolis, Uruguay. Además, tuvo el honor de trabajar con la reconocida diseñadora Mabel Ibáñez.

Para el futuro, Denise tiene una meta clara: ser feliz y dejar que las cosas fluyan. “Siempre suceden cosas buenas. Sueño con llenarme de nuevas experiencias cada día”, afirma.

A quienes desean iniciarse en el modelaje, Denise les deja un mensaje lleno de confianza: “Que se amen tal cual son. Cada una de nosotras es única. Que estudien y se instruyan porque el modelaje no es solo caminar por una pasarela, es un mundo fascinante lleno de aprendizajes. Y, sobre todo, que disfruten de este maravilloso camino”.

Denise Moro es una prueba de que la perseverancia y el amor por lo que uno hace pueden abrir puertas inesperadas y llevar a cumplir los sueños más grandes.