La construcción de la imagen de los ídolos siempre, aparentemente, deben tener una imagen fuerte de macho alfa, ganador y sobre todo con una lista de nombres femeninos que irán desfilando por sus sábanas como si se tratará de alimento para leones hambrientos, pero no todo es lo que parece.
Muchos son los medios que comenzaron a construir al macho devorador de mujeres en la imagen de Franco Colapinto, pero el piloto que hoy lucha por quedarse con un lugar en la próxima temporada de la máxima categoría del automovilismo parece estar lejos de ser un caníbal femenino.
La bandera que le pusieron a Colapinto en Brasil
— SIGA SIGA (@SigaSigaoficial) November 2, 2024
“Colapinto, corré como chamuyás” pic.twitter.com/o86tMpSrFR
En España, con mucha más amplitud inclusiva, varias de las acciones intimas en la vida del argentino siempre han pasado desapercibidas, e incluso él mismo tiene en claro sus gustos de la puerta hacia adentro, pero la fantasía del joven con cierta cantidad de dinero y lejos de la farándula despertó la sensación de históricos patrones de la sociedad al respecto de sus ídolos (o futuros ídolos).
En Madrid se ha visto siempre a Franco acompañado de varios muchachos e incluso sus salidas nocturnas siempre han sido complementadas por compañías del sexo masculino, en lugares súper reservados que pocos saben lo que sucede dentro, pero a la salida siempre se lo ha visto irse con hombres maduros diferentes.
Muchas personas cercanas al piloto dan cuenta que el secreto de su tranquilidad y buena predisposición con todos ha pasado por la forma en que habría experimentado su sexualidad desde pequeño, no solo con mujeres sino también con varios del mismo sexo a lo largo de su adolescencia.