Martín Vestiga
Una producción de NOVA

Martín Vestiga, Tito Rosca y el desembarco macrista en el Gobierno libertario

Tito Rosca y Martín Vestiga. (Dibujo: NOVA)

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.

El gran Martín Vestiga se encontraba bebiendo café en un reconocido sitio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Más específicamente en los alrededores de Casa Rosada.

Cuando de repente, un olor a cigarrillo característico se hizo presente por la puerta. En dónde emergió entre un humo la figura del satánico e insoportable de Tito Rosca...

- ¡Mi gran amigo "Tincho"! ¿Cómo estás? - Se expresó el satánico Tito Rosca.

- Hola estimado. - Seco y con una mueca forzada de risa respondió.

- Aunque no preguntes, respondo. Pero estoy mal, porque Javier Milei ya se robó medio Producto Bruto Interno (PBI) de la clase media y baja durante este año. - Sentenció el despreciable.

- Estás en modo analista...

- Es que la cosa está clara Martín. A través de aumentos en nafta, gas, luz, telefonía, internet, impuestos, la creación de 50 mil millones de dólares de deuda y la emisión monetaria, el Gobierno ya transfirió a los ricos y fondos buitre medio PBI. - Subrayó Tito Rosca.

- Bien analizado...

- Igual no vengo por esto... Sino porque tengo una data dando vueltas. - Empezó a soltar el despreciable satánico. - Mauricio Macri le gana por primera vez una batalla a Santiago Caputo.

- ¿Por qué? No logro a comprender. - Se preguntó el periodista Martín Vestiga.

- Parece que el acuerdo entre Javier Milei y Macri no sólo es por Energía: también estarían Cancillería, Transporte, la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSeS), el Programa de Atención Médica Integral (PAMI) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), dentro del acuerdo que el Presidente debe cumplir... ¡Sí o sí!

Por primera vez, Martín Vestiga se quedó sin palabras... Sin diálogo... Mientras Tito Rosca solo lo miró a los ojos. Apagó su cigarrillo y se alejó sin más.

¿Quién es?

Soy yo.

¿Qué vienes a buscar?

A tí.

Ya es tarde.

¿Por qué?

Porque ahora soy yo la que quiere estar sin tí.

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