El miedo invade la cúpula radical por la cantidad de votantes en las urnas
A poco más de 48 horas que se lleven adelante las elecciones partidarias, las urnas de los boina blanca tienen dos preocupaciones muy marcadas. Por un lado, la posibilidad de un recambio de autoridades que impacte de lleno en el sistema de alianzas, por otro, la cantidad de asistentes a las urnas.
“Es muy difícil poner una urna hoy en cualquier rincón de la provincia”, le dijo a NOVA un experimentado radical con varias internas encima. El problema de representación que vive la sociedad no solo golpea al peronismo, sino también a los partidos tradicionales. Incluso, el borocotazo de los diputados radicales por el veto al aumento de los jubilados pone en riesgo la concurrencia de la elección.
En la última elección interna, de los 600 mil afiliados en todo territorio bonaerense, asistieron casi 100 mil personas a las urnas que definieron la conducción de Maximiliano Abad al frente del Comité Provincia. Para este domingo, los más optimistas creen que la concurrencia en las urnas no superará los 40 mil votantes.
“Fue una campaña muy corta, no pudimos llegar a ver a todos los afiliados de los 135 distritos”, dice uno de los jefes de la campaña en la interna. Lo cierto es que ambos frentes buscaban una lista de unidad, aunque uno de los conductores de las tribus correligionarias marcó un límite: “Vamos a ir a interna si o si”.
El apuntado de la imposibilidad de una lista de unidad es Martín Lousteau, uno de los hombres que marca una postura más dura que los demás dirigentes radicales frente al gobierno de Javier Milei. “Si el experimento de Milei sale mal, Lousteau va a salir bien parado dentro del radicalismo”, lamenta uno de los que enfrenta al porteño en la discusión por el Comité Provincia.
Otra de las preocupaciones que hay dentro del radicalismo es la intervención que hay por parte de otros espacios políticos. Cerca de Miguel Fernández, uno de los candidatos a presidir el Comité, ponen en riesgo la Tercera Sección Electoral, donde creen que el peronismo puede torcer las voluntades para que Pablo Domenichini gane.
“En el interior el discurso de Miguel pega bien. En la Primera Sección estamos bien, pero en la Tercera estamos complicados”, señala uno de los hombres que acompaña a Miguel Fernández. Del otro lado de la grieta radical, fustigan que el PRO y La Libertad Avanza están “operando” para que Fernández gane la elección.
Seguí todas las noticias de Agencia NOVA en Google News
