Decretazo por acá, decretazo por allá: la oposición avanza con la ley para limitar el abuso de normativas del "Peluca"
En 2024, “Jamoncito” Milei ya ha firmado 38 decretos de necesidad y urgencia (DNU), una cifra alarmante que evidencia el uso excesivo de esta herramienta, aún en situaciones donde no existe una necesidad ni urgencia real. A pesar de la minoría del oficialismo en el Congreso, el libertario ha preferido avanzar mediante decretos antes que buscar consensos legislativos, estableciendo así un gobierno donde los DNU predominan sobre el diálogo y la construcción democrática.
En respuesta, el bloque de diputados de Encuentro Federal impulsa una iniciativa, respaldada por otros sectores de la oposición, que busca frenar este uso arbitrario de los DNU. En la segunda reunión del plenario de comisiones, se firmó un dictamen de mayoría con el apoyo de Encuentro Federal, Unión por la Patria y Democracia para Siempre. Sin embargo, sectores aliados a Milei, como La Libertad Avanza y representantes de la Coalición Cívica y la UCR, emitieron dictámenes en rechazo, evidenciando las tensiones internas en torno al tema.
🔴 La oposición avanzará hoy con la ley para limitarle a Javier Milei el uso de los DNU
— El Economista (@ElEconomista_) October 30, 2024
👉 Le pondrán plazo a la vigencia de los decretos y que se puedan voltear con el rechazo de una sola Cámarahttps://t.co/nyNTGSX0F4
El proyecto de la oposición propone establecer un plazo de 90 días para que el Congreso trate los DNU y exige la aprobación de ambas cámaras para que un decreto se mantenga firme. Hoy, bajo el sistema actual, solo se necesita la aprobación de una de las cámaras para que el DNU sea definitivo, facilitando el abuso de esta herramienta por el Ejecutivo. El Gobierno, lejos de mostrarse abierto al debate, busca frenar la propuesta y evitar que esta modificación llegue a concretarse, porque le arrebataría una de sus herramientas de poder más efectivas.
Además del DNU, Milei ha recurrido al veto como otro instrumento de bloqueo y ya amenazó con hacer uso de él para anular cualquier intento de regulación de los DNU. Sin que haya siquiera cuestiones presupuestarias en juego, Milei advirtió: “Si sale la reforma, se veta”, alegando que modificar las condiciones de los DNU equivale a “un golpe de Estado” y “un intento de cambiar las reglas a mitad de camino”. Esta postura inflexible del presidente pone en duda su compromiso con la transparencia y el diálogo institucional, elementos básicos para una democracia auténtica.
Este movimiento en el Congreso podría limitar el abuso del Ejecutivo, pero el camino es complejo. La pregunta es si la oposición logrará finalmente restablecer los controles al poder que el gobierno de Milei ha intentado eludir con sus DNU.