Por la doctora Virginia Busnelli (*)
El 1 de noviembre celebramos el Día Mundial del Veganismo, fecha necesaria para hablar sobre este estilo de vida que crece y que es necesario que así sea. ¿De qué hablamos cuando decimos veganismo?
Cuando estamos frente a una persona vegana solemos pensar en lo que “puede o no puede” comer y, probablemente, en cuantas cosas se estará perdiendo con su “dieta extrema”. Aquello está muy alejado de la realidad, no es incorrecto pensar en alimentación cuando hablamos de veganismo, pero es incompleto y simplista y más aún, si creemos que la misma es restrictiva y prohibitiva.
El veganismo es una forma de vivir, mejor dicho, es elegir vivir respetando a los demás animales, es un estilo y filosofía de vida basado en el rechazo a la discriminación en función de la especie causante de explotación animal. Esto hace que se rechace o no se adhiera al consumo de alimentos, eventos, entretenimiento, vestimenta o cualquier producto que sea de origen animal. Se elige no consumir carnes animales, huevos, lácteos, miel y cualquier alimento que contenga algún derivado animal; sin embargo, ser vegano/a es una propuesta de vida que trasciende al plato, se trata de un posicionamiento político que invita al cuestionamiento de nuestro lugar en el mundo y, por supuesto, nuestras elecciones alimentarias.
Muchos, luego de haber comprendido que es el veganismo y cuáles son sus fundamentos, se pueden preguntar por la salud… ¿Llevar a cabo un estilo de vida vegano va en contra de nuestra salud? ¿No hay que comer de todo para estar saludables? ¿No es difícil obtener proteínas siendo vegano? Y la lista de preguntas podría seguir. La realidad es que, si tu alimentación aporta la energía y los nutrientes esenciales que necesitas para mantenerte sano y activo y si respeta tus gustos, tus hábitos, tu cultura, tus deseos y tus elecciones, estamos frente a una alimentación saludable para vos. Esto quiere decir que una alimentación basada en plantas y/o vegana, si se planifica adecuadamente, puede ser una opción nutricionalmente completa, sostenible en el tiempo y puede ayudar a llevar una vida saludable en todas las edades y etapas de la vida, incluidas en el embarazo, la lactancia, la primera infancia, la niñez y la adolescencia, así como también en el deporte.
Esto es afirmado por numerosas posturas de organismos nacionales e internacionales como la Academia de Nutrición y Dietética, la Asociación de Dietistas del Reino Unido, las Guías Alimentarias Australianas, la Asociación Española de Nutricionistas y Dietistas (AEND), entre otros. Muchos estudios muestran una relación positiva entre patrones dietarios basados en plantas y salud, una alimentación vegana suele ser baja en grasas saturadas y muy rica en fibra gracias al alto consumo de verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, escenario ideal para prevenir y disminuir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Cabe destacar que, al igual que cualquier tipo de alimentación, es necesario considerar individualidades y diversos aspectos que hacen a una alimentación adecuada a vos, saludable para vos, es por ello que el acompañamiento profesional puede ser un pilar importante y necesario.
A la elección de un estilo de vida basado en el respeto a los animales, con un patrón de alimentos saludables y un impacto positivo en nuestra salud, podemos sumarle una realidad indiscutible y avalada por la Academia de Nutrición y Dietética… Una alimentación con más plantas que animales es más sostenible para el medio ambiente, ya que utiliza menos recursos naturales y se asocia con un menor impacto ambiental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirman que, con nuestra forma de comer hoy, los impactos del sistema alimentario en el medio ambiente irán en aumento, por lo que necesitamos un cambio en nuestro patrón de consumo.
En este día, la invitación va más allá de tomar consciencia y aprender, necesitamos compromiso y acción hacia una vida con más plantas que animales. Cada uno, desde nuestras realidades, podemos empezar, en primer lugar, a trabajar el respeto hacia la diversidad de elecciones alimentarias y, además, a proponernos al menos un día sin carne o directamente sin productos derivados de animales y observar cómo, además de ser posible, puede abrirse un abanico de alimentos y nuevas posibilidades en nuestra alimentación.
Estamos ante un cambio de paradigma en el consumo y en el trato hacia los animales y el planeta, te invito a ser parte del cambio con pequeñas o grandes acciones, con cambios radicales o tal vez más pequeños, con ello estás iniciando, estas haciendo para vos y para otros, ya que elegir una alimentación basada en plantas a partir de alimentos saludables, no solo beneficia la salud individual, sino que también contribuye al bienestar del planeta.
(*) (MN 110.351), médica especialista en Nutrición con orientación en obesidad. Directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF.