Cuando desde el programa la recordaron que un docente universitario gana 200 mil pesos, Blanco se enojó, dijo que “el docente tiene otras actividades” y cortó la entrevista. "Le doy por terminada la entrevista en este momento", dijo.

La vergonzosa actitud demuestra, entre otras cosas, que el Gobierno no puede justificar la inconstitucional operación de intentar auditar las universidades mediante la SiGeN. Esa decisión ya ha sido objetada judicialmente.

Durante la entrevista, Blanco intentó victimizarse. Afirmó, por ejemplo: "Estoy aportando mis ahorros. Tengo el sueldo congelado desde el mes de diciembre. Así que si hay alguien que ha perdido con la inflación te puedo asegurar que soy yo. Y sin embargo estoy haciendo un servicio que creo que lo tengo que hacer a esta altura de la vida".

El funcionario está lejos de haber "perdido". Su ingreso es casi 15 veces mayor que el salario de muchísimos docentes. La docencia universitaria tiene, en muchos casos, "otras actividades".

Sin embargo, eso confirma el grado de precariedad y la miseria que se les paga. Incluso, hay que tener en cuenta que hay miles y miles de docentes que no reciben salario, sino que llevan adelante la enseñanza de manera ad honorem.

Mientras el Gobierno persiste en su política de ajuste sobre las universidades, las autoridades de las mismas proponen la inconducente política de negociar las partidas en el Presupuesto 2025.

Ese camino, como ya lo aclaró mismo titular del Consejo Interuniversitario Nacional, implica mantener el ajuste salarial sobre docentes y no docentes en este 2024.