El columnista invitado
Análisis

La salud mental, un derecho humano fundamental en tiempos de crisis

Claudio Gustavo Rojas, psicólogo social técnico superior en análisis de los campos grupales, institucionales y comunitarios argentinos, y director de Dialéctico Consultora.

Por Claudio Gustavo Rojas, especial NOVA

Es necesario romper con el individualismo para construir la esperanza colectiva.

Lejos ha quedado el concepto que la salud mental es solo un abordaje individual. Nacemos, crecemos y nos desarrollamos a lo largo de la vida en interacción con otros en un contexto social, comunitario e institucional

Todo pasa por las emociones, el cuerpo y la mente. ¿Pero principalmente dónde? ¿Cómo? ¿Y con quién vivimos?

Suelo escuchar diario en diferentes ámbitos por ejemplo; el niño en el aula molesta, golpea y no hace caso, el resultado al rápido diagnóstico, es derivarlo a un profesional por que se infiere problemas conductuales.

Sin embargo casi siempre se pasa por alto el preguntarnos si dichas conductas no responden a un contexto primario y que en el aula deposita frustración, enojo y miedos.

De igual manera sucede con los adolescentes y jóvenes una etapa de cambios externos e internos, procesos hormonales que modifican las emociones y las conductas donde todo es dificultoso al momento de resolver problemas y situaciones, donde las transgresiones invitan en ciertas ocasiones a la toma de decisiones como la autolesión o el suicidio.

Por otro lado los adultos mayores y ancianos, quienes transitan la última etapa de los procesos de la vida misma, donde la soledad y las enfermedades existentes o preexistentes son el talón de aquiles para este proceso de llevar adelante la síntesis de todo proyecto de vida de la misma humanidad y donde se requiere un profundo acompañamiento de un todo subjetivo.

Ahora bien desde un pequeño trazo o línea estos y otros ejemplos hacen y son el conjunto de un nuevo enfoque que invita a pensar una salud mental cotidiana y comunitaria.

En ocasiones no es necesario tanta técnica para preguntarnos o preguntar... ¿Cómo estas? ¿Cómo te sentiste? ¿Qué te esta pasando? ¿Qué necesitas? Para poder estirar la mano o poner un oído.

A menudo el silencio el miedo y la culpa son patrones heredados, transmitidos de generación en generacion y esos hay que deconstruir y construir un mundo, una sociedad donde las crisis sean momentos de resilencia, aprendizaje y organización de un mundo externo e interno que nos permita tener una mejor calidad de vida desde la salud mental y que esta sea un derecho humano fundamental para salvarnos entre todos.

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