Quería ser multimillonaria como influencer pero tuvo que cambiar de metas al endeudarse y terminar en la quiebra
El sueño de vivir de las redes sociales hizo que tomara un préstamo muy costoso que acabó siendo impagable.
Las redes sociales suelen hacer creer a las personas que un método más simple de conseguir dinero está al alcance de la mano. Lo que se puede apreciar en fotos o contenido finalizado no deja ver el arduo trabajo y crecimiento sostenido al que deben someterse los influencers para llegar a la fama, y así, a una rentabilidad considerable.
Esto fue lo que le sucedió a Lissette Calveiro, quien decidió tomar un préstamo de 10.000 dólares únicamente con el objetivo de viajar para generar contenido en su cuenta de Instagram. Rápidamente, todo lo que tuvo que invertir para su imagen personal y para poder estar en lugares estéticos hicieron que ese préstamo se esfumara de sus manos, por los que tuvo que cambiar drásticamente su modo de vida.
La historia de la influencer Lissette Calveiro que terminó en la quiebra y cambió de rubro
Lissette no es la primera víctima de el sueño influencer. Existen diferentes historias que demuestran cómo personas apostaron al crecimiento de sus redes sociales para obtener algún rédito. Algunas incluso en OnlyFans, pero lo que no se ve es lo más difícil. La puesta en escena y la creación del contenido final, sin dudas lleva un desgaste y esfuerzo difícil de sostener, además de la contingencia de tener o no suerte al compartirlo.
La joven, al mudarse de Miami a Nueva York, intentó convertirse en una estrella. Comenzó a hacer compras mensuales de alrededor de 200 dólares, con el fin de no ser vista repitiendo sus outfits y accesorios. Las adquisiciones incluían bolsos de diseño y complementos que superaban los miles de dólares.
La otra gran fuente de gastos de Lissette fueron los viajes. Si bien hizo algunos por trabajo, admitió que gran parte de ellos fueron debido a sus ansias de notoriedad. Al no poder afrontar la deuda de 10000 dólares que tomó para afrontar estos nuevos gastos, tuvo que cambiar drásticamente su modo de vida.
Se mudó a un departamento más pequeño, con una amiga, donde la renta le costó 700 dólares mensuales, y se asesoró financieramente con profesionales. Tuvo 14 meses de limitaciones, que confesó que la ayudaron a ver el mundo de un modo más realista. "Tuve muchas oportunidades de ahorrar, podría haber invertido ese dinero en algo" se lamentó.
Según cálculos de la plataforma de Instagram, una modelo de alto calibre gasta alrededor de 31.400 dólares sólo en servicios de belleza y cuidado físico. Lo que denota que es una gran apuesta para las aspirantes.