Martín Vestiga, Tito Rosca y los berrinches del periodista K Gustavo Sylvestre

Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.
Martín Vestiga se encontraba cenando en una importante parrilla de Capital Federal, mientras degustaba una copa de vino. Inmediatamente, tuvo que dejar de comer, porque ese reconocible olor a cigarrillo cada vez se volvió más fuerte.
El satánico e insoportable Tito Rosca se acercó por detrás de Martín Vestiga, para buscar saludarlo. "¡Mi amigo 'Tincho'! ¿Por qué esa cara?", sentenció mientras el periodista buscaba irse del lugar, pidiendo la cuenta.
- ¡Pero pará "Tincho"! Si me acerco siempre es para dejarte algún dato. - Señaló Tito Rosca, quién se sentó en la mesa, sin siquiera pedir permiso.- ¿Tenés un minuto? Te paso un "off" por si te sirve.
- Tengo eso y mucho más. Hasta que me traigan la cuenta por la comida que ahora debo dejar a la mitad. Luego de verte.
- Estuve yendo a C5N unos cuantos días. Porque tengo varios conocidos allí, a los cuales no les molesta mi presencia. - Subrayó Tito Rosca. - Gustavo Sylvestre está insoportable puertas adentro.
¿Por? - Preguntó cortante y de inmediato Martín Vestiga.
- Bueno. Siempre fue medio así, por lo menos en C5N. Pero está cada vez peor. - Resaltó Tito Rosca, mientras se prendía otro cigarrillo.
- ¿Por algo en especial? - Siguió indagando el periodista Martín Vestiga.
- Jode por cualquier cosa a la producción en los cortes. Está más "estrella" de los normal. - Afirmó Tito Rosca. - No sé si no estará celoso del status que en parte tiene Jorge Rial, hoy la estrella del canal...
- ¡Excelente!
- En la previa de los programas, puede pasar de llamar a un productor para romperle las bolas, a que otro lo llame y no le conteste el teléfono. - Terminó de contar el periodista Tito Rosca.
Apenas finalizó Tito Rosca, Martín Vestiga pagó la cuenta y lo saludó sin más al informante satánico...
Nadie pasa de esta esquina...
Aquí mandan las divinas.
¡Porque somos gasolina!
Gasolina de verdad.