En un giro que un poco se había anticipado, el gobierno de Javier Milei ha decidido que Aerolíneas Argentinas, esa joya nacional que ya ha pasado más de 16 años en manos del Estado, es más adecuada en el salón de un inversionista privado que en la casa de todos los argentinos. Así lo anuncia el Decreto 873/2024, publicado en el Boletín Oficial.
Parece que el presidente ha decidido apostar todo en la carta de la privatización, porque claro, “los objetivos propuestos no fueron concretados”, como si alguien realmente pensara que privatizar un servicio esencial es la solución mágica. Y no olvidemos la frase estelar: “la conectividad aérea resulta un pilar fundamental para el desarrollo económico de la Nación”. Claro, como si volar fuera un lujo al que todos tuviéramos acceso y no un tema que nos afecta a todos.
NO A LA PRIVATIZACIÓN DE AEROLÍNEAS ARGENTINAS ✈️🇦🇷
— Cristina Lopez (@crislopeztdf) September 30, 2024
Nuestra aerolínea de bandera ya fue una empresa privada y la VACIARON. Los fueguinos y las fueguinas fuimos los principales perjudicados por la falta de conectividad.
AA es accesibilidad para todos y FEDERALISMO 🛫 pic.twitter.com/NdmVabX5WV
En un intento de darles un toque de seriedad a sus planes, el gobierno asegura que esta medida "propende a que Aerolíneas Argentinas opere bajo criterios de eficiencia comercial". Es un consuelo saber que después de tantos años de estatización, por fin se preocuparán por la “eficiencia”. ¿Quién necesita eso cuando se puede tener una aerolínea que se parece más a una atracción de parque de diversiones que a una empresa seria?
Mientras tanto, la administración de Milei se permite señalar a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas como los culpables del “grave resultado económico” de la empresa. Entre sus lamentos, menciona los “importantes beneficios” que gozan los empleados, como pasajes gratis en clase ejecutiva. Porque, claro, esos pilotos voladores en clase ejecutiva son el verdadero problema.
Y, para rematar el espectáculo, el diputado macrista Hernán Lombardi se sube al tren de la privatización con su proyecto que, sorpresa, no tuvo suficiente apoyo en el Congreso. Pero no se preocupen, el gobierno ha encontrado la solución: si el Congreso no aprueba la privatización antes de fin de año, se quedará con los empleados de Aerolíneas. Un claro caso de “o lo haces como digo, o te quedas con el problema”.
Mientras la situación se convierte en un episodio digno de telenovela, con gremios en conflicto y la búsqueda desesperada de un nuevo Gerente de Operaciones antes del 16 de octubre, queda claro que el futuro de Aerolíneas Argentinas es más incierto que un vuelo en medio de una tormenta. La propuesta de los pilotos ha sido calificada como “descabellada”, pero no se preocupen, porque seguramente habrá un nuevo personaje en esta historia que aparecerá justo a tiempo para salvar la situación… o quizás solo nos quedemos con las ganas de un buen final.