El aberrante mundo de la pedofilia: todo lo que hay que saber sobre grooming
La irrupción de nuevas formas de comunicación trajo aparejados nuevos peligros a los que se exponen los niños, niñas y adolescentes que se inician en el manejo de la tecnología.
Para conocer la cuestión en profundidad, NOVA dialogó con Daniela Gasparini, licenciada en psicología egresada de la Universidad de Buenos Aires (UBA), especialista en cuestiones atinentes a trata de personas, género y derecho.
Community Notes said this was a joke, Diddy didnt adopt this child.
— LXX (@ExcclesiaLatin) October 5, 2024
Looks like grooming. pic.twitter.com/jNsZcZU7up
Gasparini Trabajó 13 años de trabajo en el área abocada al abuso sexual infantil en el Ministerio de Justicia de la Nación.
En la actualidad da clases en la Universidad Nacional de Córdoba y se desempeña en el ejercicio de su profesión. La experta destaca que: "El diálogo entre padres e hijos es importante" y que la Educación Sexual Integral (ESI) "salva vidas" porque "son las escuelas las primeras detectoras de este tipo de situaciones".
-Empecemos definiendo qué es el grooming
-En primer lugar, y para entenderlo, tenemos que decir que estamos en la era digital y que dentro de ella, el avance de la comunicación a través de Internet facilitó un montón de cuestiones como el acceso al trabajo, a la educación, a la información y a relacionarse con otras personas de cualquier parte del mundo, pero también abrió la puerta a crímenes que atentan contra las personas. Dentro de esos crímenes está el grooming.
Específicamente se trata de un adulto que contacta con menores de edad a través de las redes sociales y de las tecnologías digitales, para atentar contra su integridad sexual. Conocemos que el abuso sexual infantil está relacionado al ámbito presencial y físico.
En el caso del grooming el abuso se da en el ámbito virtual. Ellos operan buscando que el niño le mande fotos o videos en situaciones donde están siendo vulnerados sexualmente, ya sea desnudos o haciendo alguna que otra práctica sexual. Para esto los manipulan y se abusan de su vulnerabilidad.
Luego vienen las amenazas y las estafas, porque muchas veces empiezan con grooming y terminan siendo estafas de dinero, por eso es importante la prevención.
-¿Cuál es el perfil del atacante?
-El criminal que comete grooming es un pedófilo y también un pederasta. Hay una diferencia entre ambos: pederasta es el que pasa a la acción, mientras que el pedófilo tiene en la idea de la sexualidad infantil.
Él piensa y se estimula sexualmente con niños, principalmente prepúberes (menores de 13 años). Es posible que todo pedófilo tienda a que la meta de abusar sexualmente de un niño se concrete, pero no necesariamente lo cumple.
Todo pederasta es pedófilo, pero no todo pedófilo es pederasta. Estás personas tienen rasgos perversos. Son sujetos que no tienen empatía para con la víctima, son manipuladores, son narcisistas y no acatan demasiado las normas.
-¿Cómo actúan?
-Lo que tenemos que ver es la estrategia de ellos, porque van a buscar la cercanía con los niños. Se van a crear perfiles falsos para contactar con los niños y ganarse su confianza. Muchas veces van a aparentar una personalidad que no son, como ser alguien de su edad, o ser alguien que le genere muchas expectativas.
En los niños se contactan fingiendo ser alguien de su edad. En los adolescentes también, o haciéndose pasar por alguien más grande que los atraiga con alguna idea que le resulte conveniente.
Les prometen cosas, les dicen que si no están bien en la casa pueden pensar en irse, que pueden triunfar como modelos y que pueden ganar mucho dinero en poco tiempo. Hacen el lavado de cerebro para aislarlos de su círculo de amistades, del colegio y de la familia, para transformarse en el único referente para los menores.
-Cuando notamos que los chicos cambian su modo de relacionarse con el medio que los rodea ¿Ahí es donde debemos atender las alarmas?
-Eso ya nos habla de que el chico está mal, que no estaría transitando por un momento de bienestar. Esto puede derivar en un montón de situaciones pero ésta puede ser una, sobre todo si tiene acceso a la tecnología, que viene cada vez a más temprana edad.
A los cuatro, cinco años los niños ya acceden a plataformas virtuales, incluso lúdicas, como lo juegos en red, Roblox y YouTube, donde hay un video pero abajo hay un montón de comentarios.
-A este periodista le llegó información del caso de una nena de 9 años que se graba haciendo bailes que no son para su edad, los sube YouTube y la madre lo ve como algo gracioso
-Eso es tremendo. Es importante hablarle a esos padres porque a veces pueden pensar que es gracioso, que va a ser viral, que se va a convertir en una influencer y no se dan cuenta de los riesgos a los que exponen a sus hijos.
Si hay un consentimiento de parte de los padres, pensemos que los niños y niñas no dan ningún tipo de consentimiento. Si son adolescentes y quieren estar en las redes sociales tienen más herramientas, pero no dejan de ser menores de edad. Volviendo a la niña de 9 años.
¿Qué consentimiento puede dar? ¿Qué herramientas puede tener para entender los riesgos de lo que está haciendo? ¡Ninguna! Ahí hay una responsabilidad parental.
-¿Qué pasa con los padres que parecen no prestar atención?
-Los niveles de malestar psicológico han aumentado en los últimos tiempos. Hay mucha situación de estrés crónico y de agotamiento mental muy vinculado al trabajo, a las dificultades y a la pérdida de poder adquisitivo, que van de la mano con la situación socioeconómica que atraviesa la Argentina.
A eso se suma la pandemia sanitaria, que nos dejó la pandemia de salud mental. Hay un retraimiento de los adultos a buscar salidas que los hagan interactuar lo menos posible y tener todo rápido e inmediato.
Esto también se traslada a los chicos y para evitar que se pongan rebeldes, los padres son condescendientes con el uso de la tecnología. De esta forma, cada vez se está más cerca de la pantalla y más lejos del diálogo y la interacción entre padres e hijos.
Todo se resuelve con el celular o en la computadora. Lamentablemente también hay grandes empresas y lucradores internacionales que están diseñando plataformas para todo tipo de situaciones, incluso para poder distraer a los niños mientras los padres hacen otra cosa.
Lamentablemente, creo que hay una negación a creer que las tecnologías puedan causar un daño y hay una negación a que una situación de grooming le pueda pasar a los hijos propios. Lo ven alejado de lo que le pueda pasar a ellos porque es cómodo pensar así.
-Este punto es importante: buena parte del problema se explica en que los padres estamos aislados, producto de problemas que tenemos en el trabajo y eso nos aleja de nuestros hijos ¿No estamos preparados los padres para enfrentar este problema?
-Hay mucha desinformación y falta de comprensión porque los padres son de una generación que no tuvo desde temprana edad acceso a las plataformas virtuales.
Es tanta la brecha generacional y tanto lo que ha avanzado la era digital que también es difícil pensar o entender que también por ahí pasan un montón de circunstancias.
Creo que con información y un poco de concientización se puede revertir esto, o por lo menos puede haber herramientas para detectar este tipo de situaciones que están perjudicando a los hijos.
-¿A qué debemos estar atentos los padres?
-Es importante prestar atención a los cambios de conducta repentinos, cambio de humor, caída en el rendimiento escolar, aislamiento, ansiedad, tristeza, falta de alimentación o insomnio.
También hay que poner atención al nerviosismo de estar todo el tiempo mirando el teléfono y a las conductas regresivas, por ejemplo, en los prepúberes, las dificultades en el control de esfínteres. Estos son indicadores de que algo está pasando.
-La información que hay sobre grooming no parte de esferas oficiales. ¿El gobierno nacional no le da importancia?
-No es una preocupación del gobierno nacional llevar adelante campañas de prevención de grooming, como tampoco de ludopatía infantil, de trata de personas, de abuso y acoso sexual infantil. No hay una intención de llevar adelante esto.
Es más, a contrapelo de esto, salió en el Boletín Oficial esta semana un decreto que, en el marco de la ley del mercado de capitales y en el marco de recomendaciones internacionales (vaya uno a saber de dónde vienen) insta a jóvenes a partir de los 13 años a operar en el mercado, como si no hubiese un montón de casos de ludopatía infantil y como si esto no representara exponer a los niños de esa edad, que son altamente vulnerables y que no tienen las herramientas para distinguir entre una situación que puede ser de riesgo, o una estafa de una situación que no.
-En definitiva, lo que hay (y que favorece todo esto) es un desamparo muy peligroso…
-Exponer a estas familias, a estos niños a este tipo de situaciones habla de que no hay un interés por prevenir y que hay una negación de que cada vez son más los crímenes contra la niñez en nuestro país.
Cuando tenés un país con mucha pobreza (el 66 por ciento de niños argentinos son pobres) lo que crecen son las mafias, que van a ir a buscar a esos niños para capitalizar la situación de vulnerabilidad y llevarlos para el lado del crimen.
Es lo que pasa con los "soldaditos" y con las víctimas de trata que son engañadas con promesas de dinero y de regalos, cada vez a más temprana edad.
-Estamos viviendo un repliegue del Estado que favorece la aparición del narco ocupando los lugares que los organismos oficiales abandonan.
-Donde no hay políticas públicas, donde no hay Estado, están las mafias. Y las mafias también van a través de las redes sociales. También hay un montón de casos de estafas y de ludopatía infantil a partir de una situación de estas características. Entonces es importante tener esto presente porque esto va a operar a todos los niveles y hay que estar alertas.
-En nuestro país el delito de grooming tiene una pena de seis meses a cuatro años de prisión, con lo cuál una persona condenada por el mínimo no va a la cárcel ¿Es poco el castigo en relación al daño causado?
-El castigo tipificado en el Código Penal, que es producto de la ley 26.904 en el año 2013 a partir del caso de Micaela Ortega, de grooming y femicidio, no es acorde con el daño que se genera en un niño.
El daño es físico, psicológico, social y sexual, porque acá se atenta contra la integridad sexual. Esto puede llevar al niño a situaciones de muchísimo padecimiento mental, incluso a una depresión tal que pueda ocasionar su suicidio.
Entonces este tipo de penas no son acordes al sufrimiento que dejan en la víctima y es muy importante que las penas sean acordes a esos daños.
-¿Las víctimas pueden superar el sufrimiento?
-Las personas somos resilientes. Yo siempre tiendo a pensar en la experiencia que tengo en trabajo situaciones de abuso sexual infantil y la conclusión es que los niños, con acompañamiento psicológico, pueden superar cualquier cosa pero la marca queda para siempre.
También hay muchos niños no pueden hablar porque lo que hacen los abusadores es invertir la carga de la culpa y logran que la víctima se sienta culpable, o con algún nivel de responsabilidad. Los amenazan con que les va a pasar algo si cuentan lo que pasó.
-¿Hay unidades especializadas para dar contención a las víctimas dentro de la salud pública?
-Las unidades especializadas para abordar estos temas son las de niñez, de ámbitos provinciales y distritales. También están las fiscalías especializadas en ciberdelito para hacer la denuncia.
Hay una línea telefónica nacional (el 102) que es de asesoramiento, a la que pueden llamar los chicos. Eso es importante porque es una línea abierta para que un niño o adolescente pueda preguntar y recibir asesoramiento profesional.
También hay que decir que muchas veces los adolescentes no quieren hablar con sus padres por temor a represalias o por lo que le metieron en la cabeza los abusadores, entonces buscan otros referentes, que muchas veces son sus maestros.
-¿Cuál es la importancia de la ley de Educación Sexual Integral?
-Es muy importante que se aplique la Educación Sexual Integral y que estos temas se debatan en las aulas para poder detectar los problemas de manera temprana. A veces no se puede en la casa y son las escuelas las primeras detectoras de este tipo de situaciones.
Por eso cuando se dice que la ESI salva vidas, es literal. Me ha pasado a mí de estar dictando charlas en escuelas donde empezaron a hablar un montón de pibes y pibas sobre las situaciones que estaban transitando, que de otra manera no hubiesen podido y así se dieron cuenta que no eran los únicos.
-¿Algo que no se haya preguntado y sea importante decirlo?
-El diálogo entre padres e hijos es importante y hay que establecer controles. Hay que retrasar lo más que se pueda el acceso de los chicos a la tecnología, sin que eso sea prohibitivo y sin que eso los termine aislando de sus pares y de la vida social, porque eso también puede ser un perjuicio. La prohibición no es algo que sea saludable, sobre todo porque el mundo gira alrededor de esto, que llegó para quedarse.
A los adolescentes. hay que explicarles que no es para ver si tienen novia, novio, o sus conversaciones con amigos. Es para prevenir que alguien les haga daño. Hay que configurar la privacidad de las redes sociales, usar seudónimos y no dar datos reales, ni subir fotos de los niños muy chicos.
Con los adolescentes hay que tener cuidado con los mensajes y las fotos que se suben. Y fundamentalmente, creerles cuando cuentan que les pasó algo. No hay que subestimarlos, ni descreer de lo que están diciendo, sea una situación de abuso virtual o presencial, que generalmente son intrafamiliares.
Investigación:
Gustavo Zandonadi