El columnista invitado
Emociones

¿Cómo afrontar el duelo de vender una propiedad?

Daniel Guindani, broker, martillero y corredor público.

Por Daniel Guindani (*)

Vender una propiedad no se trata simplemente de cerrar una transacción inmobiliaria, sino de despedirse de un lugar que ha sido testigo de innumerables momentos y recuerdos. Detrás de cada puerta y en cada rincón, se esconden anécdotas, risas, lágrimas y vivencias que se convierten en parte de nuestra historia. Es por eso por lo que vender una propiedad puede desencadenar un proceso de duelo emocional, donde se mezclan la nostalgia, la incertidumbre y la esperanza de un nuevo comienzo.

El primer paso para afrontar el duelo de vender una propiedad es reconocer la importancia sentimental que tiene para nosotros. Durante años, ese lugar ha sido nuestro hogar, y se ha convertido en un símbolo de pertenencia y estabilidad. Cada lugar de la casa tiene una historia que contar, desde el olor a café en la cocina hasta las conversaciones de invierno en el sofá planificando la próxima aventura. Estos recuerdos pueden aferrarse a nosotros y generar un sentimiento de pérdida cuando llega el momento de vender.

El proceso de duelo comienza desde que tomamos la decisión de vender donde los propietarios pueden experimentar distintos sentimientos al imaginar cómo será su vida sin ese espacio que han llamado hogar durante tanto tiempo. Además, el miedo a lo desconocido puede generar ansiedad e incertidumbre sobre el futuro. Cada objeto que se embala o se guarda es como despedirse de un recuerdo tangible. Es normal sentir resistencia y apego hacia estos objetos, ya que representan nuestra identidad y las experiencias vividas en ese lugar.

Este proceso también puede estar relacionado con la sensación de perder una conexión con el barrio, los vecinos, los locales en los que solíamos comprar y con los que nos hemos involucrado durante tiempo. Estos lugares familiares forman parte de la experiencia de vivir en una propiedad, y dejarlo todo puede generar un sentimiento de pérdida de pertenencia. Es esencial reconocer y validar estos sentimientos durante el proceso de venta. Darse permiso para sentir y expresar el duelo puede ayudar a aliviar la carga emocional y facilitar el proceso de desapego.

Por otra parte, apoyarse en familiares y amigos cercanos puede ser beneficioso durante esta etapa. Compartir las emociones y hablar sobre los recuerdos asociados al hogar en cuestión puede brindar consuelo y ayudar a procesar la pérdida. Además, buscar la orientación de profesionales en bienestar emocional, como terapeutas o especialistas, puede brindar herramientas adicionales para lidiar con el duelo y adaptarse a los cambios.

Por eso, vender una propiedad es más que una simple transacción inmobiliaria; es una experiencia que involucra el corazón y la mente. Reconocer y abordar el duelo emocional asociado con esta decisión puede permitir a los vendedores cerrar un capítulo de sus vidas y abrirse a nuevas oportunidades y un futuro emocionante.

(*) Broker, owner en RE/MAX, martillero y corredor público.

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