Se queda sin nafta antes de llegar a octubre: ¿La candidatura presidencial de Schiaretti se desintegra?

Cada vez hay más preocupación en el entorno de Juan Schiaretti. La polarización creciente entre Javier Milei y Sergio Massa, y la implosión de la candidatura de Patricia Bullrich, empezó a instalar la lógica del “voto útil” para impedir la victoria del libertario en primera vuelta. Si bien el histórico referente cordobés consiguió superar el corte de las PASO, su candidatura comienza a identificarse como un desperdicio del sufragio.
En el Instituto Patria hablan de una remontada de siete puntos del candidato de Unión por la Patria (UxP) en Córdoba, en su mayor parte a expensas de las chances de Schiaretti. El entorno del candidato mediterráneo tiene la misma información, y ha comenzado a instalarse el pesimismo.
Aunque nunca se esperaba que la suya fuera una candidatura ganadora, se esperaba que al menos pudiera producir un “efecto arrastre” en Córdoba sobre su lista de legisladores nacionales. En la actualidad, estas expectativas se han morigerado: “Decimos que nuestra meta son tres diputados de Córdoba, pero si logramos dos tenemos que darnos por bien servidos”, confían desde su mesa chica.
Para complicar más el panorama, el crimen de Gabriela Pérez, una joven trabajadora de 24 años, en un acto del sindical en el que se enfrentaban gremialistas próximos a Schiaretti y a Martín LLariola –Sergio Fittipaldi (limpieza) y Franco Saillen (recolectores de residuos)-, hizo colisionar la interna del provincialismo cordobés. Y a esto se sumaron los malos entendidos por la discordancia en las negociaciones para cubrir los cargos provinciales de Hacemos Unidos por Córdoba.
En el primer tramo de la campaña post PASO Schiaretti salió a confrontar contra Patricia Bullrich cuando la candidata de JxC le reclamó públicamente que bajara su postulación. Ahora el eje de acción se ha corrido, con las encuestas a la vista y ante la ineptitud de la ex montonera. “Patricia pendula y no logra asentarse en Córdoba, pero eso no quiere decir que bajemos la guardia… por ahora nosotros vamos duro contra 'Massita', que es el que nos disputa los votos”, explican.
“De ahora en más, para nosotros, todo lo que haga Massa estará mal”, confiaron en el entorno de Schiaretti.
Lo que nadie consigue disimular es la decepción que impera, después de largos años, en el provincialismo cordobés. Algunos creen que no conseguirá sobrevivir al fin de la gestión de su último líder histórico, a quien notan decaído y más dispuesto a hacer daño que a imaginar alternativas creativas.