Los análisis del Político Enmascarado: ¿Sin ningún Kirchner en las boletas y en búsqueda de una derrota digna?

El Político Enmascarado (PE) es un hombre oriundo del interior de la provincia de Buenos Aires, afincado en La Plata desde que vino a estudiar allá por el año 1966. Sociólogo y profesor de historia con varias maestrías en el exterior. Se define a sí mismo como un “peronista heterodoxo” con amigos variados de todas las ideologías y partidos.
Fue varias veces funcionario nacional, representó al país en el exterior en una importantísima embajada; fue funcionario provincial en reiteradas oportunidades y también funcionario municipal en La Plata, en el período 73/76, siendo un novel militante.
Su bajo perfil le permite desenvolverse en los más variados ámbitos y sentarse en las más diversas mesas políticas. Cuenta con la confianza de hombres de primer nivel y con la información de mucho de lo que pasa en la política a nivel nacional, provincial y municipal.
Sus análisis y comentarios son sesudos, interesantes y jugosos, a veces insólitos, pero seguramente atraparán el interés de los lectores de NOVA.
-Buenas madrugadas estimado Enmascarado. No quería molestarlo a esta hora, pero la coyuntura nacional lo amerita. ¿Qué lectura hace del Congreso Partidario del PJ y la segunda ratificación de CFK de no ser candidata a nada?
-Lo amerita, como usted dice. “No voy a ser mascota de nadie”, es, al ser una segunda ratificación de lo que anunció la vicepresidenta en diciembre pasado, a esta altura un camino casi sin retorno. Por un lado, tiempista como se la conoce, seguirá manteniendo el centro de la escena y desde el punto de vista estrictamente estratégico, es una reafirmación de una posición tomada indeclinable. Aunque viniendo de ella, nunca se sabe.
-Entiendo esta explicación como una continuidad del operativo clamor…
-Con el diario de hoy, es una decisión sin retorno. Con el de mañana, quizás una pausa para correrse del centro de la escena y dejar jugar a los suyos mientras evalúa alternativas que persuadan al voto de centro, en donde Sergio Massa y Eduardo “Wado” De Pedro -dos de los presidenciables del núcleo de poder cristinismo-massismo- pueden, como se ha dicho en muchas ocasiones, consolidarse como una alternativa en el medio del desconcierto que la centralidad en las sombras de la ex presidenta sigue generando. Y no hay que descartar a Daniel Scioli, el equilibrista del poder -igual que Massa-, quien quiere revancha y como buen moderado dialoga hasta con el diablo y sabe -por experiencia vivida- que es más digno ser títere de Cristina que de Alberfo.
Piense usted, que conoce un poco el paño: dejó la pelota picando en medio de la doble grieta que habita la política. Es decir, la grieta interna de las dos coaliciones -FdT y Juntos- y la que ya existía anteriormente con ambos espacios en veredas opuestas. La titular del Senado también dejó una señal, un indicio y marcó la cancha: Mauricio Macri se bajó de la candidatura presidencial con un discurso escrito con escaso criterio proselitista pero cometió el error de querer seguir utilizando la lapicera para imponer candidatos, con el agravante de hacerlo público. El caso de su anhelo de que Jorge Macri, su primo, sea el único aspirante a gobernar CABA ilustra claramente esta explicación.
-Es decir, CFK no va a bendecir a nadie por el momento…
-Esto no lo sabe nadie, salvo ella. Lo que sí es claro es que va a mantener la centralidad y no lo va a hacer de manera desmesurada. Se está kirchnerizando de a poco, en el sentido de aplicar acciones -quizás de forma tardía- que hubiera aplicado su difunto esposo, Néstor Kirchner. Sabe que la Justicia la espera hambrienta de venganza, que Alberto Fernández, incluso teniendo contactos fluidos con la Corte Suprema, no hizo nada para salvarla. Entonces ahora usa su influencia, y siembra de interrogantes en el tablero político. Esto a sabiendas de que Macri le erró en no retirarse del todo por un ombliguismo infantil -que ella también ostentó y ostenta- pero que ahora está moderando. El poder de fuego sigue intacto, aunque la condicione la ecuación “piso alto-techo bajo”, un desgaste que es producto de errores propios y del paso del tiempo.
Así como impuso a su ex Jefe de Gabinete con un tuit que no superó las cinco líneas, ahora con una carta dejó en segundo plano la noticia de lo que ocurrió en el Congreso del PJ, que, como se suponía, no iba a definir nada importante. La otra alternativa -ingenua por demás- es pensar que el formoseño Gildo Insfrán designado como articulador del espacio que debe definir nombre y candidatos en la segunda quincena de junio, sea la noticia alentadora para instalar la idea de una unidad panperonista que en la práctica no existe.
Con esto también dejó en off side a Alberto F, quien sabe operar porque en definitiva es su oficio innato, pero no tiene la espalda ni los votos para marcar la cancha de forma contundente. Tiene los resortes institucionales: es presidente del Consejo Partidario, o, a secas, del PJ nacional, pero eso sólo le alcanza para meter palos en la rueda y no para articular. Por eso no se sentó en la silla que tenía asignada como miembro desmembrado del FdT.
-¿La idea que prevalece es la de una “derrota digna”?
-En principio, sí. Pero eso depende de lo que pase con la economía de acá a las primarias, si es que se realizan, como debería ocurrir legalmente. El FdT, si es que sobrevive como denominación formal, hoy por hoy sólo puede aspirar a ingresar a la segunda vuelta y a mantener el poder en la Provincia, como ocurrió en el 2015. Nadie que sea el dueño o la dueña del sillón de Rivadavia en el próximo período de gobierno puede pretender un escenario mucho mejor que el de los últimos dos años. Usted no se olvide de que el kirchnerismo, guste o no, es la versión del peronismo que más tiempo duró en el poder. Unos veinte años, en el marco de una democracia ininterrumpida que está por cumplir 40 años.
La consigna del Instituto Patria es: el apellido Kirchner no se puede desgastar más, y menos en un escenario como el actual, donde todo es impredecible. De ahí que Máximo Kirchner también haya afirmado que no anhela ninguna candidatura. Guardarse para resistir…
-Gracias Enmascarado por esta mirada, nos vemos en la próxima posta de esta carrera tóxica hacia una nueva administración, con un país de deportistas, músicos y paisajes fabulosos, pero que en materia de política hace agua desde hace años.
-Gracias a usted, respetuoso interlocutor. Usted lo ha dicho.