Judiciales y Policiales
Parte 25

VIDEO | El aberrante mundo de la pedofilia: el incremento de los abusos y los casos eje

Internet se ha convertido en el mayor terreno de la pedofilia. (Dibujo: NOVA)

Se sabe que en cada informe de NOVA, aparecen varios casos emblemáticos y reconocidos. Los cuales se seguirán exponiendo.

Si bien ahora se servirán en la mesa muchos más ejemplos, no puede negarse que el incremento ha ido elevándose. Con varios cómplices detrás de las cortinas.

Coronel Suárez: primer caso de grooming y un periodista preso por pedofilia

Ubicada en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires, la ciudad de Coronel Suárez se erige como la orgullosa cabecera del municipio homónimo.

En su acervo cultural, desde Coronel Suárez, se destacan las figuras de los artistas populares y respetados por el público como son Sergio Denis, José Larralde, el pianista y director de orquesta Alberto Soifer.

Sin embargo, la contracara de estos artistas respetados y populares, son otros personajes nefastos y repudiados por el público...

La periodista y el pastor

Allá por 2012 la periodista Estefanía Heit y su esposo, el pastor evangélico Jesús Olivera, fueron denunciados por reducir a servidumbre y someter sexualmente Sonia Molina, mayor de edad, a quien mantenían en cautiverio en su casa. Por el escalofriante caso la pareja fue condenada a prisión.

Pero cuando parecía que el caso protagonizado por la periodista y el religioso había quedado en el olvido, en 2023 la crónica policial volvió a mirar a Coronel Suárez, otra vez por un periodista implicado en un delito.

Primer caso de grooming, en Coronel Suárez

Como si una fuerza siniestra y oscura pretendiera hacer de Coronel Suárez la cuna de varios delincuentes sexuales, es oportuno señalar que allí tuvo lugar el primer caso de grooming del país, allá por 2014.

José María Faraoni, de 52 años al momento del hecho, fue capturado por las autoridades el 11 de enero de 2014. La conducta reprochable que se le imputaba era la de seducir a un menor de edad con la finalidad de conocerse personalmente para concretar encuentros sexuales.

La aprehensión de Faraoni fue posible gracias a la sanción de la ley 26.904, que modificó al artículo 131 del Código Penal, quedando redactado de la siguiente manera: “Será penado con prisión de seis meses a cuatro años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

Faraoni recuperó su libertad pero siguió vinculado a la causa y en septiembre de 2015 fue condenado por el Juzgado en lo Correccional 1 de Bahía Blanca a la pena de dos años de prisión en situación de ejecución condicional, lo que significa que no fue a la cárcel pero debió cumplir con las normas de conducta que le impuso el tribunal.

Otro periodista suarense

El 21 de enero de este año fue detenido el periodista Leandro López, de 34 años, que trabajaba para el diario local “Nuevo Día” y utilizaba una computadora para el cumplimiento de su labor, como cualquier empleado del medio. Pero un día se descuidó y dejó su PC abierta. Fue entonces cuando una compañera suyo describió que el depravado atesoraba miles de imágenes de pornografía infantil.

El sitio TN detalló que en la computadora de López había “Al menos 70 mil imágenes, más de 170 chats y 180 páginas dedicadas al abuso sexual de menores”. La detención de López ocurrió en el contexto de una causa por distribución de imágenes de abuso infantil que tramitaba en el Juzgado de Garantías 4 de Bahía Blanca.

La imputación que pesa sobre López es la de Distribución y/o facilitación por cualquier medio de representación de menores de 18 años dedicadas a actividades sexuales explícitas y/o de sus partes genitales con fines predominantemente sexuales, agravadas por ser las víctimas menores de 13 años. Al día de hoy López continúa detenido.

El incremento de los abusos sexuales en el país

Julieta Añazco, una reconocida sobreviviente de abuso sexual y activista, empezó a recordar cuando nació su nieto y sintió un miedo repentino que no sabía explicar.

"Me empezaron a venir imágenes que había olvidado y no lo pude parar", expresó Añazco a pocos metros de la catedral de la ciudad de La Plata (provincia de Buenos Aires).

Aún no había cumplido los 10 años cuando el cura Héctor Ricardo Giménez la manoseó por primera vez, durante un campamento de verano. "Los abusos los perpetuaba en el momento de la confesión. Nos hacía hacer una fila larga y todos pasábamos de a uno en una carpa. Mientras le contábamos los pecados en su oído, pegados a su cuerpo, él nos tocaba. Y después decía que lo que allí sucedía no lo teníamos que contar porque era secreto de confesión y si lo hacíamos iríamos al infierno porque era un pecado. Y le hicimos caso".

Por las noches, asegura que el sacerdote se desnudaba en la tienda de campaña en la que dormía junto a otras cuatro o cinco niñas y les tocaba el sexo.

También aparecía en las duchas y las enjabonaba. "Éramos niñas y adolescentes, no sabíamos bien qué pasaba. Nos quedamos paralizadas", responde.

La imposibilidad de plantar cara al abusador y el miedo a contar lo que les hacía alguien que consideraban "lo más cercano a Dios" se repiten en el testimonio de muchas víctimas de curas pedófilos que permanecieron en silencio durante décadas.

Argentina, el país del Papa Francisco, se ha visto sacudida en los últimos años por varios escándalos protagonizados por sacerdotes y cada vez son más los que acuden a los tribunales para exigir justicia.

El caso más resonante en manos de la Justicia argentina es el que investiga los supuestos abusos cometidos contra niños sordos en institutos de las ciudades argentinas de La Plata y Mendoza.

Nicolás Corradi, de 82 años, y Horacio Corbacho, de 56, están imputados por "abuso sexual agravado con acceso carnal y sexo oral" contra al menos una veintena de niños hipoacúsicos de entre 10 y 12 años en el Instituto Próvolo de Mendoza.

Los alumnos eran forzados a practicar sexo oral en presencia de los curas. Algunos fueron violados y golpeados, según sus relatos. El infierno que denuncian lo vivieron antes otros alumnos en la ciudad italiana de Verona, donde Corradi fue acusado de abuso sexual en los años 60.

En vez de ser expulsado de la Iglesia católica, sus superiores ordenaron trasladarlo a Argentina. Los abusos y las golpizas se reanudaron en este país, primero en La Plata y después en Mendoza. En ambas arquidiócesis niegan haber sido informados de sus antecedentes en Verona, que habrían evitado nuevas vejaciones. Las víctimas y sus abogados lo ponen en duda.

"Tolerancia cero"

Ante una denuncia, los obispos deben apartar al sacerdote, abrir una investigación y remitirla al Vaticano. Las directrices eclesiásticas contemplan también que la Iglesia se ponga del lado de las víctimas y las acompañe, incluso si deciden acudir a la Justicia penal.

"Desde hace tiempo la Iglesia no solamente está trabajando en los casos que se van descubriendo de abuso sexual a menores sino también en la formación de los sacerdotes. La Iglesia tiene una mirada no solamente para ver lo que pasó sino para evitar que pase, para hacer lo imposible para que estos casos no se vuelvan a repetir", dicen fuentes de la curia porteña.

Desde el Vaticano, Francisco ha exigido "tolerancia cero" contra los curas pederastas y ha pedido a la jerarquia eclesiástica que tome las medidas necesarias contra esos crímenes.

En su país denuncian que en muchos casos eso no ocurre. "Los cambios impulsados por Bergoglio son barnices, son gestos pour la galerie, para salvar la imagen de la institución", critica el letrado Carlos Lombardi, de la Red de Sobrevivientes de abuso eclesiástico.

"El superior de Corradi en Italia era el obispo (Giuseppe) Carraro, que hoy está en trámite de beatificación por parte del papa", denuncia. Llama la atención también sobre el padre Julio César Grassi, que no ha sido expulsado de la Iglesia pese a su condena a 15 años de cárcel por abuso sexual agravado contra un menor.

Añazco critica el hermetismo con el que la Iglesia lleva a cabo la investigación interna sobre su denuncia y la indiferencia del Papa frente a la carta que le escribieron varias víctimas.

Lombardi representa a querellantes contra curas pedófilos desde hace siete años. Su primer caso fue el del mendocino Iván González, quien comenzó a ser abusado a los 19 años por el entonces diácono Jorge Luis Morello, responsable de su formación en el seminario.

"Empezó con tocamientos en el cuello, decía que le dolía el cuello. Y fue avanzando de a poco, hasta que un día me tocó de más y me quedé helado", recuerda González casi dos décadas después. Asegura que el abuso se prolongó durante cuatro años, en los que el diácono le obligaba a guardar silencio bajo la amenaza de que si alguien se enteraba no podría entrar en el seminario.

Omar tenía 17 años y era, según sus propias palabras, un joven "introvertido, callado y de pocos amigos". Cuenta que las vejaciones empezaron durante un campamento, cuando compartió la tienda de campaña con un sacerdote que había sido la primera persona a la que se había atrevido a confesar que su padre abusó de él.

"Comenzó con caricias, manoseos y luego concretó el abuso. Todo el tiempo me sentía mal, paralizado, angustiado. Me despertaba y tenía una angustia que no se pasaba con nada. Vivía con mis abuelos en ese momento y no se lo podía contar a la familia", describe.

Complicidad civil

Estos casos datan de mucho tiempo, los cuales aún siguen siendo archivados desde el 2017. En NOVA, se hizo una revisión para poder vislumbrar en qué quedaron, ante la atenta mirada del Papa que promulga "Tolerancia Cero". ¿Será cómplice?

De la mano, la Justicia nacional volvió a dejar en visto la megacausa. Claro, época electoral, fue la excusa. ¿Quién silencia todo esto?

En unos meses comenzará el juicio contra el cura Juan José Ilarraz, acusado de abusar de medio centenar de seminaristas de 10 a 14 años, entre 1984 y 1992, en la ciudad de Paraná. "Esto es la punta del iceberg. A medida que las víctimas pierdan el miedo sabremos cuántos más casos hay", aseguró Lombardi.

Vale recalcar que este último, tuvo procedimiento en el año 2017. Y fue "pateado" sin más. Desde NOVA, se quiso hacer comunicación con referentes y abogados ligados a la Iglesia Católica. Para obtener "el otro lado de la campana", subtítulo que se tenía preparado para este informe. Sin embargo, no han querido contestar. ¿Qué secretos habrá? ¿Hay complicidad de la Iglesia y la Justicia?

Aclaramos desde este medio que la política tampoco quiso opinar. Y hasta un reconocido integrante del equipo económico de Patricia Bullrich, mencionó que "no está en la agenda de propuestas. Y no conviene". Una pena...

Investigación:

Gustavo Zandonadi

Ulises Catriel Cuenca

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