Entre los tercios y la apatía: las distancias a sortear para las elecciones de octubre
Por Azul Igarzabal (*)
Si hay algo en lo que la gran mayoría podemos coincidir (fenómeno no muy frecuente en los tiempos que corren en nuestro país), es que hemos quedado sobre estimulados de conjeturas respecto de qué fue lo que sucedió el pasado domingo 13 de agosto, día en el que tuvieron lugar las elecciones PASO en la República Argentina.
El sorpresivo 30,04 por ciento de Javier Milei se ha llevado todos los titulares de medios masivos de comunicación tradicionales y medios digitales, así como también ha marcado tendencia en todas las redes sociales.
El fenómeno Milei, que pocas encuestas (por no decir ninguna) supieron predecir, ha dejado a gran parte de la ciudadanía, pero en especial, dirigentes, funcionarios, espacios políticos y por supuesto, precandidatos a Presidente, en un estado de total sorpresa e incógnita sobre el posible escenario para las elecciones generales de octubre.
En este artículo, mucho más que repasar los resultados electorales, buscamos hacer nuestro aporte de valor indagando en la naturaleza del electorado que votó a Javier Milei, ¿dónde ganó? ¿en qué cargos? Esto con el objetivo, un tanto pretencioso, de al menos entender cómo cobró fuerza entre el electorado un líder político de naturaleza carismática, que ha logrado canalizar el hartazgo y la rebeldía como nunca en la Argentina, a través de un discurso autoproclamado anarco-capitalista de índole liberal, que por encima de todo, no tiene reticencias en su lenguaje político; donde las palabras ajuste, recorte, privatización, dolarización, achicamiento del Estado, reducción de ministerios, libre portación de armas, entre otras, son tomadas como la bandera de posibilidad para un futuro diferente y esperanzador para los argentinos y argentinas.
¿Cómo se distribuyó el voto según ingreso y tasa de empleo público en los municipios del país?
Según un informe de resultados electorales del diario La Nación en base a datos relevados por el Ministerio de Producción en marzo de 2023, podemos observar cual fue la distribución de votos a nivel municipal para el cargo de Presidente según ingreso.
En este sentido, si bien en términos absolutos el triunfo de La Libertad Avanza es evidente en contraposición a las demás fuerzas, es interesante indagar cómo se distribuyó este voto.
Cuando hacemos el análisis porcentual de los resultados según ingreso formal, notamos que en el caso de los municipios con promedios más altos de ingreso (19), LLA ha triunfado en el 73,6 por ciento de los casos, es decir, una cómoda mayoría.
Siguiendo con el análisis, en el caso de los municipios de ingresos medios, que a la par son los que concentran la mayoría del electorado, si bien LLA ha salido primero, se ha caracterizado por ser una elección cercana a los tercios, un resultado que se vio reflejado en la elección a nivel nacional.
En este sentido, LLA ha concentrado al 40,8 por ciento de los municipios un resultado elevado respecto de sus contrincantes, que han concentrado en el caso de Unión por la Patria como segunda fuerza, el 30,1 por ciento, y Juntos por el Cambio el 29,08 por ciento. Sin embargo, este resultado ya marca una distancia al 73,6 por ciento de los sectores con más ingresos. Por último, en el caso de los municipios con ingresos más bajos (93), la fuerza mayoritaria ha sido Unión por la Patria con un 73,11 por ciento de los municipios, seguido de LLA con un 24,7 por ciento y finalmente Juntos por el Cambio, con un 2,2 por ciento.
Otra de las incidencias presentadas por el informe cruza la variable porcentaje de empleo público municipal con los resultados electorales para la categoría de presidente. En este sentido, una primera aproximación podría afirmar que “cuanto mayor es la tasa de empleo público en el municipio, mayor es el voto al oficialismo”, y que la variable determinante de esta relación es el incentivo por mantener un puesto de trabajo.
Esta hipótesis es bastante coherente para analizar el caso de los municipios con mayor tasa de empleo público, donde el oficialismo fue victorioso en el 65,3 por ciento de los casos; ahora bien, no resulta tan evidente en el caso de los municipios que se encuentran en la categoría intermedia (entre el 37 por ciento y el 51 por ciento de empleo público). En este caso, de hecho, el oficialismo salió último con el 28,3 por ciento de los municipios seguido de Juntos, con la segunda mayor cantidad de municipios en el 32,1 por ciento de los casos, y finalmente LLA victorioso en 63 de los 159 municipios que representan el 39,5 por ciento de los municipios de la categoría.
Lo que queremos explicitar con este análisis no es ningún tipo de afirmación o refutación respecto de la posible correlación entre empleo público y adhesión al oficialismo, principalmente porque deberíamos contar con datos mucho más precisos sobre la distribución de votos. Si no que creemos importante poder complejizar los análisis del voto para arribar a explicaciones más profundas y completas en torno a las intenciones que llevan a los votantes a elegir por una u otra opción. La variable empleo público se torna insuficiente para explicar el éxito de unas fuerzas políticas sobre otras.
Corte de boleta, un fenómeno recurrente en estas elecciones
Cuando se trata de analizar los resultados electorales para cargos que exceden al Poder Ejecutivo nacional, notamos que no hay una correlación alta entre ellos y los resultados para la Presidencia. Javier Milei, con matices, se impuso como primer candidato a presidente en 16 de las 24 jurisdicciones nacionales.
Sin embargo, cuándo indagamos en otros cargos electivos en juego, la elección se ve mucho más fragmentada. En el caso de las provincias que elegían también su gobernación. Que fueron: Buenos aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Santa Cruza y Catamarca.
En ninguno de los casos salió victoriosa la lista de la LLA. El caso en el que estuvo más cerca fue en la provincia de Buenos Aires, donde la candidata Carolina Piparo sacó un 23,76 por ciento de los votos, consiguiendo el tercer puesto y a una distancia de más de 10 puntos de los 36,41 por ciento del oficialismo.
Diputados
En la Cámara baja, se renovarán en total 130 diputados: 35 por la Provincia de Buenos Aires, 12 por la Ciudad de Buenos Aires, 10 por Santa Fe, 9 por Córdoba y 5 por Mendoza y Tucumán.
Además, Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Salta y Santiago del Estero elegirán cuatro nuevos diputados; Chaco, Chubut, Formosa, Jujuy, La Rioja, Rio Negro, San Juan y Tierra del Fuego, tres y Catamarca, La Pampa, Neuquén, Santa Cruz y San Luis, dos.
Cuando analizamos los resultados de las 24 jurisdicciones en la categoría de diputados, Unión por la Patria resultó con mayoría porcentual en 7 provincias, La Libertad Avanza en 6, Juntos en 1 y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y finalmente en 9 provincias salieron victoriosas listas locales. Como bien sabemos, la distribución de bancas en el Congreso es a través del sistema proporcional D’Hondt, lo que significa que no todas las bancas irán a la fuerza mayoritaria.
Senadores
En el caso de senadores y senadoras nacionales, se renuevan bancas en Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis, Santa Cruz.
En 5 jurisdicciones obtuvo el mayor porcentaje Unión por la Patria, en 3 jurisdicciones obtuvo mayor porcentaje La Libertad Avanza.
En este caso, la repartición de bancas es de dos para la mayoría y una para la minoría. Lo que significa nuevamente que no todas las bancas corresponden a la fuerza mayoritaria.
Conclusión
¿Cómo sortear las distancias que separan los tercios de la victoria en un lapso de 60 días?
Hay quienes dicen que para gobernar primero hay que ganar elecciones. Y esto es en lo que están pensando los tres candidatos presidenciales. Cómo sortear las distancias que separan los tercios de la victoria en un lapso de 60 días. El escenario político más que nunca se vuelve una cuestión espacial.
Los candidatos deben moverse estratégicamente entre polarizar por un lado y jugar con los límites discursivos de los contrincantes sin perder electorado.
La moderación es algo típico, Javier Milei ya lo ha estado aplicando, las medidas como la dolarización se postergan para un momento posterior al potencial ingreso al gobierno.
Patricia Bullrich se ve en el desafío de diferenciarse de Milei, sin resultar demasiado moderada para su electorado, se disputa entre ser la opción institucional de la derecha o captar el 11 por ciento de su contrincante interno Horacio Rodríguez Larreta.
Finalmente, Sergio Massa tiene que demostrar, desde su lugar de actual ministro de económica en ejercicio, no tanto que podría hacer si no que está haciendo para mejorar la perspectiva socioeconómica del país y convencer a quienes dejaron de elegir al peronismo que el espacio aún puede dar respuestas a los problemas de la gente.
En cualquiera de los casos, ya no nos animamos a decir livianamente posibles porcentajes; las PASO nos han demostrado que estamos ante un cambio profundo en las identificaciones políticas de nuestro país.
La Argentina trae consigo una historia de muchos años de deterioro económico/social. Las condiciones materiales de vida de la población han desmejorado y como consecuencia lógica de ello aparecen la apatía y descreimiento de la política tradicional como herramienta transformadora, pero sobre todo, capaz de garantizar, cualquiera sea la forma que tome, la calidad de vida de la población.
(*) Analista de datos de GEO Estudio y Opinión.