
Por Noël Gibelli, especial para Nova.
Javier Agüero, oriundo de la provincia de Buenos Aires, tenía su profesión y una familia cuando llegó la Pandemia Mundial que lo paralizó todo.
En su alma acunaba la necesidad de hacer arte, pero no sabía por dónde comenzar y así lo hizo. Contra viento y marea, el cantautor tomó su guitarra y quitándole el polvo a su voz, comenzó un camino que hoy florece en los corazones de sus oyentes de todas las latitudes.
Fiel a su estilo intimista, casi de juglar, comenzó a transitar el camino de la música y de la tecnología, encontrando a cada paso un aliado que estimulaba su andar.
Comenzó grabando videos caseros con nuevas versiones de temas que había escrito en la adolescencia y el recibimiento fue extraordinario.
Su familia le brindó desde el primer momento y Javier pudo contactarse con una distribuidora que publicara sus canciones en todas las plataformas digitales sin modificar su estilo. Hoy, el artista presenta su disco completo en Spotify y sus fans lo celebran.
Sus reversiones de temas como Mi novia se cayó en un pozo ciego y La gallina Turuleca hacen delirar al público y nos dejan un mensaje de esperanza, esa sensación de que si se quiere, se puede.
El material discográfico está compuesto por seis temas totalmente eclécticos en donde el artista fusiona estilos con la naturalidad de un pez en el océano, como si hubiese vuelto a la música, a ese hábitat al que siempre perteneció.
Celebramos tu disco, Javier Agüero.
Brindamos por su calidad musical, por tu entrega y por el ejemplo que queda instalado en la matriz de pensamiento de cada soñador que no se da por vencido y que hoy se alimenta de tu ejemplo.