Pero esto tiene una historia que empezó el día que Alberto Fernández, otro abogado como Sergio, y ex jefe de campaña de su candidatura presidencial, le decía: “Arreglemos con Cristina que en la otra te toca a vos”. Y así fue.

Después de un congreso en Parque Norte y con muchas tensiones, hubo una ausente: Graciela Camaño. Hasta que llegó y le habló al Frente Renovador, dándole el apoyo al acuerdo con el kirchnerismo. Hoy su partido «Tercera Posición» juega en la provincia con Cambiemos.

Eran los tiempos donde se pretendía construir la tercera fuerza. Margarita Stolbizer también pegó el portazo y hoy el GEN está en Juntos por el Cargo. Massa fue finalmente presidente de la Cámara de Diputados.

En medio de la crisis económica del presidente Fernández y el ministro Guzmán, la oposición se frotó las manos porque veían la escena del helicóptero, al mejor estilo de De la Rúa.

La pelea de Cristina y Alberto encarecía aún más el clima. Pero apareció Sergio Massa y se hizo cargo de la economía. Todos dijeron que no podía ser candidato a presidente si no resolvía el tema económico. Y llegó la hora de la extinción del Frente de Todos, que a esa altura era el Frente de Algunos.

Se sucedieron reuniones y Massa dijo que solamente aceptaría ser candidato si fuera de unidad y de consenso. Entonces el nuevo avión presidencial viajó a China y más allá de los funcionarios que acompañaron a Massa del área económica, Massa invitó a legisladores de la oposición, que se negaron a ir. Pero el que sí aceptó fue Máximo Kirchner.

En el largo viaje los dos se intimaron y Máximo volvió convencido que Sergio sería el candidato a presidente.

Cristina y el pescado podrido

Pero apareció Daniel Scioli y en las PASO no iba a haber lista única. Entonces otra vez Cristina frotó la lámpara y apareció Wado de Pedro con un video, diciendo que quería ser presidente. Wado no hace nada sin que Máximo y Cristina estén de acuerdo.

Y le vendieron pescado podrido al Grupo Clarín. Dejaron que trascendiera por ese medio la fórmula Wado de Pedro – Manzur. ¿Ustedes creen en serio que la fórmula que tiene atrás a Cristina la iban a dar como primicia a un canal del Grupo?

En la jerga periodística se llama “pescado podrido”. Magneto lo degustó. Y ante la sorpresa, una vez más le cayó mal a él y a toda la oposición.

Pero la maniobra no estaba completa y empezó la otra etapa. Los primeros que se sublevaron fueron los intendentes de Buenos Aires, que no querían a Scioli. También es cierto que los gobernadores querían una lista de unidad. Porque unos y otros querían evitar que hubiera más de una lista por distrito.

El toque final lo hizo Cristina en su despacho. Sacrificamos al candidato del kirchnerismo y que Fernández baje a Scioli.