La pareja se mudó y nunca volvió al lugar de la tragedia. Los familiares del portero muerto los buscaron inútilmente, para pedirles un resarcimiento. ¿Cuánto vale la vida de un portero muerto heroicamente? No era el degenerado y asesino Jorge Mangeri; sino un trabajador honrado y su gente querida sólo quería encontrarse con Scioli. Quizás no era para pedirle plata, sólo ellos lo saben.

Que los brujos no existen es cierto… pero que los hay, los hay. Desde los dictadores hasta Cristina hoy, todos quienes estuvieron en el poder consultaron a videntes, psíquicos, parapsicólogos o como quieras llamarlos. Sólo el más bobo de entre los bobos nunca recurrió a ellos, Fernando de la Rúa.

Existen chantas como el personaje Manosanta que componía Alberto Olmedo y hay gente seria con el don de ver más allá del terreno visual. Hasta genios como Shakespeare y Nikola Tesla reconocieron la existencia de fenómenos paranormales que la ciencia no puede explicar.

Cuenta una leyenda urbana que los familiares del portero muerto en el incendio después de su infructuosa búsqueda de Daniel Scioli recurrieron a un chamán o brujo capaz de manipular lo bueno y lo malo que hay en el mundo de lo sobrenatural. Cualquiera que sepa la historia de los libros de Carlos Castañeda (desde “Las Enseñanzas de Don Juan” en adelante) entenderá de qué se trata este comentario.

Dos años después de la muerte del portero, Daniel Scioli tuvo el accidente que todos conocen. Depak Chopra escribió una obra siempre recomendable, Sincrodestino. Explica el médico nacido y criado en la India que nada es casual en el Universo, todo es causal… La ley del karma, causa y efecto.

El entrópico candidato a Presidente, Scioli, pareciera revivir una y otra vez esa monstruosa imagen que lo sigue persiguiendo, junto a otros fantasmas que lo envuelven a pesar de insistir el motonauta a cumplir un destino propio de una película de los Hermanos Marx.

El incendio, la salvación providencial y la factura de agradecimiento que nunca saldó, como tantas otras, recordando a esa hija (Lorena) que a los 18 años de edad apareció repentinamente en TV, lanzando la noticia de ser hija de Daniel Scioli, aportando una novedad para Karina Rabollini quién nunca fue informada por el motonauta de la existencia de esa hija que no reconoció, que tuvo con una empleada de la casa familiar de los electrodomésticos...

Otro enorme detalle en la vida casual del campeón de un deporte para dos, pero lo importante era ser portada de medios gráficos y viajar por el mundo, estrechando manos de famosos en fiestas de todo tipo, donde los polvos de colores tapaban las realidades, con música electrónica y luces que hacían un mundo de maravillas a plena noche y compañías turbias...

Hasta que fue ungido por su padrino el "Turco Menem" para ser diputado, sin trayectoria política ni militancia, salvo en el "Club de rascadores del ombligo". Y dos años después, el accidente, del motonauta que practicaba un deporte para GCU (Gente como uno, al decir del recordado Colombres "Landrú", quién tenía muy claro quién era quién en la Argentina de la "zaraza").

Daniel Scioli fue entrevistado por Mario Pergolini, entonces en la Rock & Pop. Una pregunta sarcástica del creador de CQC fue si había “partuzza” y otros vicios en Casa de Gobierno.

Scioli remó la respuesta como pudo, pero no le hizo gracia que le recordaran aquel episodio negro de su vida... ¿Y? Pergolini hizo un gol, cómo no pensar que las partuzas eran moneda corriente en casa de Daniel y Karina, con amigos aspiracionales

Hoy siempre animado por su ansiado y caprichoso deseo de ser presidente, que se repite, a toda costa y "caiga quién caiga", nuevamente es precandidato, ¿Y? ya tiene sus pirulos el cara de piedra el motonauta, los fantasmas acechan día y noche, pero no olvidar que este personaje de caricatura, no puede dormir sin apagar las luces...

Tanto material periodístico de aquellos lejanos /80 y de toda su vida careta, cuándo sin ocupación visible, como buen perdedor que era, desandar cual carancho las perimetrales de pasarelas de "Soy Giordano" en Punta del Este, intentando conseguir a su presa, tan ansiada...

Si Karina, amante del empresario farmacéutico Alejandro Roemmers durante la gobernación del manco hablara, quizás “banderín” Scioli dejaría de lado sus aspiraciones de ser candidato presidencial, mucho para investigar y encontrar sorpresas desagradables para el electorado, pero es un blindex todo terreno el entrópico motonauta...

Karina, la sufriente mujer que supo soportar semejante pelmazo, merece un galardón.