Los últimos avances tecnológicos generan fascinación pero también temor: muchos creen que la IA podría reemplazar a la humana. Sin embargo, la tecnología la hacen personas para personas, aunque el ritmo vertiginoso de los avances haga olvidar esa perspectiva. Una especialista en gestión de talento resalta que la inteligencia humana no se limita al procesamiento de datos y la capacidad de analizar información: la experiencia, las emociones, los sentimientos, la forma natural de las interacciones e incluso las reacciones que nos provocan y la autoconciencia no podrán ser replicadas inmediatamente por las máquinas.
La Inteligencia Artificial (IA) ha estado presente en la vida cotidiana del ser humano desde hace ya varios años, sin embargo las últimas innovaciones digitales basadas en esta tecnología han dejado por completo sorprendido a más de uno.
Una IA reemplaza a un humano como CEO y los resultados mejoraron.#iA#InteligenciaArtificialhttps://t.co/meyTtNySao
— REALRYUX (@REALRYUX) April 21, 2023
ChatGPT, Bard, Pass Gan, o Phenaki, son tan solo algunas de las más recientes novedades que parecen haber llegado para facilitar la vida de las personas, garantizando mayor productividad, agilidad, eficiencia, seguridad, entre otros múltiples beneficios, lo que hace a muchos preguntarse ¿la IA podrá suplantar la humana?
“La IA está reemplazando algunos productos, procesos y resultados que antes eran realizados por seres humanos, es decir, estamos creando IA para que haga ciertos trabajos por nosotros. No obstante, la IA es nada más que una descripción de que esta no opera a través de un humano pero fue creada por humanos y lo que hoy nos sorprende de estas aplicaciones es su capacidad de amplificar o profundizar las habilidades esenciales de las personas.” señaló Beatriz Arias, Directora de CoEducation Consulting, empresa especializada en el desarrollo de talentos, transición en sistemas culturales, liderazgo y posicionamiento.
La diferencia entre la inteligencia humana y la IA es que ésta última está diseñada para reconocer patrones y tomar decisiones basadas en esos patrones o datos recopilados, y aunque tiene la habilidad de reconocer la complejidad de las situaciones y decidir en base a múltiples factores, aún no puede articular incluyendo la experiencia propia y distintiva, las emociones, los sentimientos, la forma natural de las interacciones humanas y la autoconciencia.
Desde Co Education concluyen que: "Definitivamente el uso de la inteligencia artificial aplicando el aprendizaje profundo va a modificar la vida del ser humano, pero no menos que lo han hecho la imprenta, las máquinas o la energía nuclear. Va a ser parte del desafío de la humanidad que todos accedamos y obtengamos lo mejor de esta interacción".