Política
Le robaron la ilusión a los militantes

Terminó el acto: CFK se burló de la gente que fue convocada a soportar la lluvia y se va sin definiciones electorales

La vicepresidenta Cristina Kirchner ya está dando su espectáculo lamentable. (Dibujo: NOVA)

Luego de una intensa jornada de lluvias, Cristina Kirchner decidió salir al escenario montado en Plaza de Mayo un rato antes de lo pactado para dirigir su palabra a los militantes que la esperaban y se bancaban mojarse por clamor y subordinación en este 25 de Mayo, aniversario de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia. Claro, porque la Revolución de Mayo fue un poroto al lado de semejante hito histórico para los kirchneristas.

Luego de saltar y cantar con alegría el Himno Nacional Argentino, en una suerte de apropiación de una fecha muy importante para nuestra Patria, la vicepresidenta comenzó su discurso con aires de diva y chistes sobre Billiken.

Luego comenzó hablando del pasado, como cada vez que emite un discurso dada su imposibilidad de hacerse cargo del presente de un Gobierno penoso del cual ella forma parte como eje central.

Asimismo, otra vez cargó contra el plan de dolarización que propone el candidato libertario Javier Milei y culminó su crítica deslizando irónicamente: "Genios de la economía, la deuda la pagamos los 'kukas'", confirmando la presencia de una Cristina nuevamente radicalizada, como en realidad siempre lo fue.

Mientras tanto, los pobres militantes que exclaman por una dirigente multiprocesada y condenada por corrupción cantan una consigna que reza: "Cuánto les falta para entender que no fue magia, nos conduce una mujer", metiendo una temática de género que nada tiene que ver con el caso.

Como no podía ser de otra manera, llegó la parte en la que reivindicó a los Gobiernos populistas que comandaron ella y su difunto marido, el amante de las cajas fuertes. Allí hizo alusión a los supuestos logros y desafíos que enfrentó la gestión kirchnerista con una "sarasa" admirable.

Acto seguido, llegó la reivindicación de la China comunista como modelo económico de desarrollo y cargó contra las "boludeces" que se dicen en la televisión. Así como se lee, ordinaria como canapé de mondongo. Luego de su desubicado comentario, la gente se enloqueció al grito de "Cristina presidenta" y "una más y no jodemos más".

"La plaza de la calabaza del 9 de diciembre de 2015 nos despedimos, pero no para siempre", contestó la vicepresidenta, lo que generó la exaltación de los presentes que continuó pidiéndole a gritos su candidatura presidencial.

Luego de varios dardos lanzados contra la gestión de Alberto Fernández, sentenció: "A pesar de las dificultades, este Gobierno fue infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri, no tengo dudas". Muy difícil imaginar un escenario peor que una Argentina que tiene más del 100 por ciento de inflación anual y más de la mitad de la gente por debajo de la línea de la pobreza.

"Fue un préstamo político y política tiene que ser también la solución", propuso la genia estadista de CFK cuando mencionaba la deuda con el FMI. Y continuó: "Tenemos que abrir la cabeza", con una soberbia que la persigue desde tiempos inmemorables. También, para más demagogia, exclamó: "Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo", dijo la dirigente populista que no puede caminar por la calle.

No podía faltar el "Patria sí, colonia no" de los presentes, luego de que la vicepresidenta tratara de "colonizados" a los dirigentes de la oposición en un momento máximo de crispación y delirio kirchnerista al estilo 2011. Seguidamente, los militantes cantaron "vamos todos con Cristina a liberar el país".

Tampoco podía faltar en la jornada el embate contra la Corte Suprema a cuyos miembros calificó de "mamarrachos" y pidió a la oposición volver a tener una Justicia digna. Es que la vicepresidenta anhela aquel Poder Judicial en connivencia con el poder político, que garantizaba la impunidad de los dirigentes corruptos como ella.

Luego de eso, Cristina dio cuenta de que las lluvias se empezaban a intensificar, a lo que no tuvo mejor idea que decir "a mí las tormentas me encantan, no sé a ustedes. Pero bueno, yo estoy acá con techito y ustedes están ahí abajo. ¡Qué viva!", expresó incluso burlándose de sus propios seguidores que igualmente la siguen soportando.

Finalmente, para terminar con la burla, Cristina decidió culminar su discurso en donde convocó a una multitud para no dar absolutamente ninguna definición, ni sobre su candidatura, ni de apoyo a ningún candidato del oficialismo. El acto terminó siendo una suerte de fiesta de cumpleaños montada para que ella se sienta protagonista de un país de cuyo presente no puede hacerse cargo. Una vergüenza nacional este 25 de Mayo.

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