¡No contaban con mi astucia! El plan electoral de Cristina, con más dudas que certezas

La interna del Frente de Todos ofrece a cada paso reacomodamientos y cambios en sus ejes, producto de la miopía de la dirigencia para entender lo que sucede en las aguas profundas de una sociedad que cada vez le resulta más extraña. A Juntos por el Cambio le pasa lo mismo: ni Horacio "El Pelado" Rodríguez Larreta puede sentirse seguro, ni Patricia "Vinotinto" Bullrich puede asegurar que su levantada la llevará a la victoria interna.
Por afuera de estos escenarios observa Javier "Incestuoso" Milei, frotándose las manos y dispuesto a pasar con la ambulancia para levantar a los derrotados en las PASO.
La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, elaboró personalmente la lista de invitados para el acto del 25 de Mayo. Sin el presidente, Alberto Fernández, la convocatoria incluye a más de 300 dirigentes. https://t.co/QDQB2RvkFO
— IP noticias (@_IPNoticias) May 24, 2023
En el caso del oficialismo, Alberto "El Fiestero" Fernández está cada vez más solo, como perro malo, y aferrado a su exigencia de PASO competitivas observa cómo todos arman gravitando alrededor de Cristina "Hotesur" Fernández de Kirchner. La “comprensión de texto” que declamó la vicepresidente no es tal: quienes han vivido a su sombra insisten en que no dijo lo que se cree, que no renunció a su candidatura, sino que le indicó a la dirigencia y a la sociedad que, si la quieren como candidata, deben movilizarse para hacer caer su presunta “proscripción”.
Por eso muchos se ilusionan con que finalmente sea candidata, ya que es la única que permitiría alcanzar la síntesis que evitaría la competencia en las PASO.
Quienes, en cambio, esperan una nueva confirmación de su paso al costado, coinciden en aceptar que sólo ella “sintetiza” la coalición, aunque con un fin muy diferente: garantizar las PASO competitivas para el caso de que no sea candidata.
En definitiva, Cristina también sufre la confusión general. Sabe que su plan de asegurar los pisos, entrar al ballotage como segunda fuerza y perder la batalla decisiva no enamora, pero al menos le da alguna chance de mantener la provincia de Buenos Aires como bunker para garantizar la continuidad de los leales en la función pública.
Justamente por el escaso entusiasmo que genera ese descarnado diagnóstico de derrota es que imagina enroques entre Eduardo “Wado” de Pedro y Axel "Haiga" Kicillof. Claro está que esa arriesgada jugada puede tener un costo altísimo, ya que Axel no garantiza un triunfo electoral en las nacionales, y “Wado” podría perder en las PASO ante el tándem Daniel "Mancuso" Scioli-Victoria "Golosa" Paz. En este escenario sufriría más que una derrota: su propio liderazgo estallaría en mil pedazos.
También Cristina sabe que no puede evitar la competencia en las PASO sin sufrir un éxodo masivo de dirigentes y de agrupaciones territoriales y locales que irían detrás de otras opciones políticas, espantadas ante la alternativa de tener que seguir aplastadas bajo el yugo de La Cámpora.
Por eso dilata sus definiciones, da medias palabras, haciendo pasar el tiempo para que sus contrincantes internos no puedan cerrar las alianzas y acuerdos indispensables para confrontar a sus candidatos. A la postre, seguramente haya PASO: la táctica de Cristina es armar un “equipo de las estrellas” para confrontar contra un combinado de jugadores al borde del retiro.
Mientras tanto fortalece su vínculo con Sergio Massa, quien parece haberse convencido de que, con estos indicadores de inflación y sin cierre de la negociación con el FMI, su candidatura podría significarle un suicidio político. El ministro de Economía sacó un nuevo as de la manga: Gustavo Sáenz, el gobernador de Salta que acaba de ser reelecto. ¿Será el cisne negro que muchos esperaban? Su candidatura sería una buena señal para el peronismo federal, pero también hacia la UCR –por la alianza jujeña entre Gerardo Morales y Massa-, que podría sumar votos radicales en las generales en caso de que Patricia Bullrich termine imponiéndose en la interna ante el alcalde porteño.
En este escenario llegamos a la celebración de este 25 de Mayo. Allí estarán presentes casi todos, a uno y otro lado de la interna. Cristina intentará capitalizarlo en su beneficio, y seguramente seguirá dilatando las definiciones electorales para tratar de provocar la muerte por aislamiento e inanición de sus competidores internos. Será una señal muy clara del liderazgo que aún conserva y de su capacidad de movilización. Y, en este punto, su principal contendiente no serán sus competidores internos sino el clima: El sol que este 25 parece no querer asomar.