El columnista invitado
Visión

Labrando un futuro mejor

Walter Ojeda, referente Nacional Frente Unidad Peronista.

Por Walter Ojeda, referente Nacional Frente Unidad Peronista, especial para NOVA

Como si estuviéramos en un bucle temporal, cada cuatro años observamos los mismos sucesos, actos y hechos políticos calcados, diría desde lo más profundo de nuestra joven historia se repiten acciones siempre provenientes desde la oposición política a todo lo que tenga que ver con lo nacional popular, a todo lo que tenga que ver con el peronismo.

Es esa oposición reaccionaria y mezquina y esta semana que pasó no fue la excepción. Todo esto aumentado hasta el hartazgo por los medios de comunicación, sus satélites y las redes sociales.

No hablo solo del absurdo de sacar o querer tener un crédito político por la trágica muerte, del crimen del chofer de colectivos Daniel Barrientos, o de buscar defender por todos los medios posible que cualquier ciudadano que proteste puede golpear a un ministro de seguridad (o a cualquier persona) por el solo hecho de que este ministro tenga una “actitud soberbia”, nada justifica la violencia y mucho menos la violencia por mano propia. Sabemos de sobra en Argentina sobre ese tipo de acciones.

Hace poco tiempo atrás atacaron a la vicepresidenta de la nación Cristina Fernández, con el resultado que ya sabemos por eso no debemos acostumbrarnos o normalizar los hechos de terror. Dijimos Nunca Más y por ese camino seguimos avanzando.

Este domingo de pascuas, para todos los que somos creyentes, conmemoramos la muerte y la resurrección de Cristo, debe ser un día de unidad, de concordia, de oración junto a la familia reunida. Pilar fundamental de toda sociedad.

Recordaba las palabras del Santo Padre Francisco en el tradicional mensaje “Urbi et Orbi” del año pasado que nos decía “Nos cuesta creer que Jesús verdaderamente haya resucitado, que verdaderamente haya vencido a la muerte. ¿Será tal vez una ilusión, un fruto de nuestra imaginación? No, no es una ilusión. Hoy más que nunca resuena el anuncio pascual tan querido para el Oriente cristiano: "¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!".

Hoy más que nunca tenemos necesidad de Él, al final de una Cuaresma que parece no querer terminar. Hemos pasado dos años de pandemia, que han dejado marcas profundas. Parecía que había llegado el momento de salir juntos del túnel, tomados de la mano, reuniendo fuerzas y recursos. Y en cambio, estamos demostrando que no tenemos todavía el espíritu de Jesús, tenemos aún en nosotros el espíritu de Caín, que mira a Abel no como a un hermano, sino como a un rival, y piensa en cómo eliminarlo.

Necesitamos al Crucificado Resucitado para creer en la victoria del amor, para esperar en la reconciliación. Hoy más que nunca lo necesitamos a Él, para que poniéndose en medio de nosotros nos vuelva a decir: "¡La paz esté con ustedes! Sólo Él puede hacerlo. Sólo Él tiene hoy el derecho de anunciarnos la paz”. Como nos dice el Santo Padre dejemos de ver al mundo con los ojos de Caín, dejemos de buscar rivales o enemigos en todos lados.

Para todos aquellos que no profesan ninguna religión, ven en Jesús a un hombre que luchó en su época para poder modificar algunas realidades, ingresar al mercado gritando a patear y a tirar los productos de un capitalismo y un comercio abusador es una imagen fuerte en estos días y esos días también, rompió con los parámetros aceptados en la cosmovisión del poder real de esos tiempos por eso fue crucificado, por miedo fue asesinado. Para ellos, hombres sin fe, Cristo fue un revolucionario, de los más importantes de la historia de la humanidad no cabe dudas agrego yo.

Esta corriente de pensamiento sostiene que la clase dominante de la época, parasitaria como en toda la historia, transformó esta proeza heroica de un hombre, de un ser humano en algo sobrenatural, divino, solo para quitarle todo sesgo de contenido político y de lucha social, porque sabemos que para el poder no debe haber ningún ejemplo, ningún modelo de vida distinto a seguir, solo lo “sobrenatural puede modificar la realidad”. La historia universal da muestra de que no es así, que es el hombre de carne y hueso, con ideas y sueños los que modifican la realidad, es decir la política.

Sea como sea, creyentes o no creyentes, que la muerte y resurrección de Cristo no haya sido en vano, salgamos de este trágico presente de desacuerdos, desencuentros y desigualdades labrando un futuro mejor. Solo depende de nosotros y como dijo el Papa en el Urbi et Orbi “Apresurémonos a crecer en un camino de confianza recíproca, entre las personas, entre los pueblos y las naciones. Apresurémonos a superar los conflictos y las divisiones, y a abrir nuestros corazones a quien más lo necesita. A recorrer senderos de paz y de fraternidad”.

Siempre pensando en el futuro, por nosotros, por nuestras familias y por la Patria. Apresurémonos a la unidad y a la concordia del campo nacional.

Felices Pascuas.

Lectores: 874

Envianos tu comentario

Nombre:
Correo electrónico :
Comentario: