Editorial
El país donde reina la desdicha

El Frente de Nadie te priva de todo

Palabras, palabras y más palabras mientras la clase media agoniza. (Dibujo: NOVA)

Atrás quedaron las épocas en las que gozar de los derechos y pequeños placeres de la vida era una cuestión cotidiana. Hasta eso nos robó el Gobierno que dice llamarse peronista, pero que en los hechos, carece de conducción y sigue implementando medidas ineficientes a prueba y error, a costa del bienestar del pueblo.

Estos últimos tres años, la clase media trabajadora se vio obligada a modificar los hábitos que hacen del día a día una manera feliz de vivir: la medialuna de cada mañana se reemplazó por algún pan de ayer; el ritual de ir al supermercado y llenar el carro fue reemplazado por un minucioso monitoreo de los comercios que ofrecen los precios más accesibles cada semana; el uso de la bicicleta ganó espacio entre los colectivos para ir al trabajo; el asado semanal o mensual con la familia y/o amigos pasó a la categoría de semestral; las vacaciones de 15 días se transformaron en escapadas de fin de semana cuando se logra “pegarla” con alguna promo; la compra de indumentaria quedó postergada hasta nuevo aviso y disfrutar de una salida a comer o al cine en familia se ha convertido en un lujo.

Por supuesto que hay gastos ineludibles, y se estima que este año el electorado no dejará pasar la oportunidad de castigar al oficialismo en las urnas por los constantes tarifazos en materia de combustible, luz, gas, conectividad, medicina prepaga, y alquiler o cuota hipotecaria.

El resultado de la inoperancia política de Alberto Fernández y compañía (“La Jefa” incluida, por supuesto, aunque lo niegue), es la anulación de la clase media, que cada día se sumerge un poco más en el lodo del hambre y la miseria, y una clase baja medianamente contenida con planes sociales bajo las normas de un clientelismo que desvirtúa la importancia de ganarse el pan con el sudor de la frente.

En este escenario tan complejo, signado por una inflación interanual superior al cien por ciento, crecimiento del empleo únicamente en condiciones de informalidad, pobreza en aumento e inseguridad feroz, la clase media ya no resiste; es la más golpeada por carecer de herramientas que le permitan salir a flote, mientras el jefe de Estado mira para otro lado. Actualmente, incluso el trabajador en relación de dependencia comienza a empobrecerse, ya que los salarios no alcanzan. En este contexto crítico, tener empleo o educación no nos deja eximidos de sufrir esta triste debacle.

Eso sí, durante su deplorable gestión, Alberto Fernández tuvo un “logro” destacado: incrementar el índice de pobreza en todo el país, con particular implicancia en el conurbano bonaerense, llevándolo a un 45 por ciento –el peor registro desde 2001-, lo cual le impactará de manera negativa al oficialismo ansioso por obtener votos en la zona del país que más adeptos cosechaba. Bien dicho, tiempo pasado.

El Frente de Todos pasó de prometer el oro y el moro a transformarse en un campo minado que nadie sabe cómo desactivar y, lo que es peor para ellos, no tienen referentes de peso que inspiren confianza ni credibilidad. Lamentablemente, por estas horas ese vacío de liderazgo es lo único que les quita el sueño.

Es oportuno recordar, en este marco, algunos fragmentos del discurso que dio AF el 10 de diciembre de 2019, al asumir como Presidente –el cual consta en la página oficial de Casa Rosada-, donde se puede apreciar con facilidad el profundo contraste entre sus promesas y la realidad actual del país:

-“Tenemos que superar el muro del hambre que deja a millones de hombres y de mujeres afuera de la mesa que nos es común”. Resultado 2023: más hambre.

-“Empezar a superar el muro de las fracturas de la Argentina, implica crear una ética de las prioridades y las emergencias”. Resultado 2023: prioridades desatendidas.

-“Más de 15 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria, en un país que es uno de los mayores productores de alimentos del mundo. Necesitamos que toda la Argentina unida le ponga un freno a esta catástrofe social. Sin pan no hay presente ni futuro, sin pan la vida solo se padece, sin pan no hay democracia y libertad”. Resultado 2023: el pan, la leche, la carne y las verduras aumentan todos los días.

-“Las abuelas y abuelos empezaron a comer menos y peor”. Resultado 2023: jubilados más empobrecidos.

-“La situación de las pymes tiene también proporciones dramáticas, requiriendo un alivio fiscal y estímulos apropiados”. Resultado 2023: pymes en estado de emergencia.

-“La cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales con todos los beneficios de la seguridad social, no de otro modo”. Resultado 2023: más trabajo informal y en modo “changas”.

-“Vamos a impulsar un conjunto de medidas económicas y sociales que comiencen a revertir el rumbo estructural de atraso social y productivo”. Resultado 2023: economía en crisis.

-“El valor del dólar, entre el 2015 y la actualidad, pasó de 9,70 a 63 pesos, sólo en cuatro años”. Resultado 2023: dólar rozando los 400 pesos.

-“En un contexto de gravedad extrema, de emergencia, debemos comprender que no existe la posibilidad de pedirle sacrificios a quien tiene hambre, no se le puede pedir sacrificios a quien no puede llegar a fin de mes”. Resultado 2023: más tarifazos.

-“Quisiera que seamos recordados por haber sido capaces de superar la herida del hambre en la Argentina, que es un insulto a nuestro proyecto colectivo de vida en común”. Resultado 2023: siguen insultando al pueblo.

Como frutilla del postre, podemos citar la frase que el jefe de Estado publicó en Twitter el 21 de julio de 2019, donde en una crítica encendida a su antecesor, escribió: “Hay dos maneras de gobernar: vivir poniendo excusas por lo que hicieron otros, o empezar a ocuparnos del futuro de todos”. Resultado 2023: “ah, pero Macri…” y marea de jóvenes escapando del país en búsqueda de una vida digna.

A esta altura, abril de 2023, con cero premisas cumplidas, cabe preguntarnos: ¿para qué volvieron? ¿a qué vinieron? Y lo más importante, ¿quién será capaz de rescatar a los argentinos de este espiral perverso generado por una clase gobernante con las funciones mentales alteradas y varios condenados por quedarse con la guita de la gente?

Mientras debaten compulsivamente quién merece competir en las elecciones presidenciales para perpetuar en el poder una ideología vacía de contenido, sin bases, sin preceptos por el bienestar común y carente de un modelo de crecimiento, a cada minuto un nuevo argentino se convierte en pobre en uno de los países más ricos en recursos naturales y alimenticios. Una ironía imposible de perdonar.

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