El columnista invitado
Poner el ojo

El legado de Mario

Walter Ojeda junto al recordado Mario Meoni en la ciudad de Junín. (Foto de archivo)

Por Walter Ojeda, referente del Frente Unidad Peronista (FUP), especial para NOVA

Esta semana que paso se inauguró la Nueva Terminal de Partidas del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, la cual cuenta con tecnología de punta, mayor seguridad, capacidad lo que permitirá administrar 30 millones de pasajeros al año, ello en el marco del Plan de Modernización del Transporte.

El hecho no hizo otra cosa que remitirme a la figura de Mario Meoni y así lo exprese en un Twiter agradeciendo al ministro Diego Giuliano por continuar el legado. El 23 de abril se cumplen ya dos años de su partida, tal vez esta sea una buena oportunidad para recordarlo.

Se puede encontrar en la redes reseñas de su vida político laboral, comenzó en la UCR siendo concejal en la ciudad que tanto quiso Junín, allá por el año 1991, posteriormente prosecretario del bloque de diputados nacionales del espacio, del 99 al 2003 legislador provincial, para posteriormente consagrarse Intendente de su ciudad desde el 2003 al 2015.

Se sumo al Frente Renovador (FR) en el año 2013. Fue director del Banco de la Provincia de Buenos Aires del 2016 al 2019, para finalmente sumarse al Gabinete Nacional como Ministro de Transporte. Su incansable capacidad de trabajo y su enorme capacidad de gestión, hicieron posible que en el corto tiempo en que estuvo a cargo del ministerio se pudieran trazar los lineamientos claves de la gestión del transporte y del plan de Modernización que èl comenzó.

Pero Mario Meoni fue más que eso, fue el esposo de Laura, el padre de Felipe y Robertino, Mario fue un apasionado de la política como herramienta de transformación de la realidad, fue un defensor de la igualdad de oportunidades, fue contundente con sus ideas, pero por sobre todo un defensor del dialogo, un convencido de que la transformación para que tenga efectos duraderos se debe realizar a través del consenso, un convencido de que el adversario político, es simplemente eso y no un enemigo, el respeto al otro por sobre toda diferencia fue su leit motiv.

Dirimido el fragor de lucha política para él lo que sobrevenía era la apertura al diálogo y su propuesta era siempre sumar, puedo decirlo por experiencia propia, adversarios políticos circunstanciales no dudo en convocarme y sumarme a sus equipos luego de concluido el proceso electoral. Indudablemente Mario Meoni fue un gran tipo.

En estos días parte de la política pareciera estar desnorteada, los acuerdo crujen en todas las fuerzas políticas, las palabras que salen de las bocas de los dirigentes parecieran sin filtro, las encuestas marcan un crecimiento de la extrema derecha que no debería dejar de atenderse, parte de la sociedad esta enojada y se siente frustrada, el discurso extremo, a pesar de lo impracticable de sus propuestas, pareciera canalizar ese enojo que atraviesa transversalmente sin distinción de clases al entramado social.

Los desafíos por venir son enormes y solo podrán ser enfrentados bajo el paraguas de un gran acuerdo que permita la implementación de un plan a mediano y largo plazo. Ya no hay tiempo para grietas, nunca mejor que hoy para recordar el legado de Mario, consenso político y diálogo.

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