Formosa: Insfrán sigue presionando para correr los límites y le exige a la Policía meter quinta

No basta con que los jefes de la Policía de Formosa sean aportantes al Partido Justicialista (PJ), no basta con que tengan funciones que rayan la violación de los derechos humanos (como ocurrió cuando actuaron durante en peor encierro que se vivió en la Pandemia), no basta con que a veces estén atentos a que los niños lleven un globo color amarillo o con la inscripción de algún político de la oposición en la Costanera, para llamarles la atención.
No bastó con haber espiado durante tiempo (y todavía lo siguen haciendo) a las personas. Gildo Insfrán les pide más, se los pidió en vivo, poniéndolos incómodos, sacando los trapitos al sol.
Así es Insfrán, y no oculta nada cuando está molesto. La pregunta sería ¿qué fue lo que les pidió el gobernador a Walter Arroyo, Cirilo Bobadilla, Bernabé Escobar y compañía en el acto del pasado fin de semana en Clorinda? ¿Qué sería controlar más? ¿Tendrá algo que ver con el incendio de un tinglado donde se acopiaba de manera ilegal combustible en el barrio Las Orquídeas en el sector norte de la ciudad? ¿O a qué se estará refiriendo el gobernador con controlar más?
La cara de los jefes policiales se trastoca cuando el mandatario, cambiando el tono jocoso con que suele hablar desde el púlpito, se volvió hosco para decirles que “yo salgo a recorrer y no veo nunca un Comisario Inspector, están todos en la oficina. Hay que controlar más”.
Es un año electoral, se viene una campaña de las más feroces porque Gildo Insfrán enfrentará por primera vez, directamente al electorado, luego de haber encerrado a la gente, a su gente, mandado a la Policía a pegarles a niños, mujeres, adultos mayores, comerciantes; tratado como delincuentes a trabajadores, generado en algunos casos desaparición forzosa de personas: porque llevarse a una persona a la madrugada de su casa, a la fuerza, sin dar datos a sus familiares de su paradero por más de 48 horas, no tiene otro nombre.
Luego de haber dejado morir a un chico que intentó cruzar el río para venirse hasta Clorinda porque no lo dejaban entrar a su propia provincia; tras todo esto, Insfrán enfrentará a su electorado; y sabe, que en cierto modo quedará nuevamente huérfano a nivel nacional porque la derrota del oficialismo es casi un hecho, solo resta esperar la fecha para ponerle la firma, pero el del kirchnerismo (se presente o no Cristina Fernández de Kirchner) es un final anunciado, por lo que el lagunense tendrá que aferrarse con uñas y dientes a su trono, que en cierto modo, y aunque les pese a los referentes de la oposición, no corre mayor peligro.
Puede darse un hecho histórico: que Insfrán no gane esta vez con el 70 o 60 por ciento de los votos, pero no hay que esperar un milagro. Porque la oposición nuevamente, no da la talla. Porque se muestran divididos y con referentes de dudosa procedencia e historial bastante contradictorio; ¿O puede ser sano volver a tener en una lista a Luis Naidenoff o Ricardo Buryaile?
La tienen complicada Francisco Paoltroni y Fernando Carbajal, muy complicada, pero al menos podrán salir a la palestra, hacerse ver y mostrarse como una opción a futuro. En algún momento Insfrán se correrá, por decisión propia o porque será el proceso natural de la vida quién se ocupe, mientras tanto, habrá que pelear por construir el futuro, pero después de este octavo mandato gildista.
Dato mata relato
Esta semana se conoció el dato de la inflación a nivel nacional y también a nivel local con el excelente trabajo que hacen desde el ICEPSI (Instituto de Investigaciones Sociales, Políticas y Económicas) publicó lo que necesita una familia tipo para no ser pobre y no ser indigente: es decir, la Canasta Básica Total y la Canasta Básica de Alimentos.
Una familia de cuatro integrantes, con dos menores y dos adultos, precisó en febrero en Formosa ganar 184.771,32 pesos para no caer bajo la línea de la pobreza.
Mientras que fueron necesarios 81.397,06 pesos para no estar bajo la línea de indigencia; de esta manera, con el aumento otorgado por Insfrán, que se hizo efectivo de manera retroactiva al 1 de marzo, el sueldo del empleado estatal quedó en 120 mil pesos, y para junio, será de 140 mil. Con esto, el estatal evita la indigencia, pero queda lejos de la línea de pobreza. Y en un contexto de inflación superior al 100 por ciento. No hay mucho más que agregar.