
Por Alejandro Lanuque, especial para NOVA
En Argentina, el desarrollo del liderazgo aún sigue siendo un desafío importante para las compañias. Y la transición a la nueva organización digital crea desafíos aún mayores. Los líderes argentinos actuales necesitan contar con habilidades y conocimientos diferentes a los de las generaciones pasadas. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones aún no está moviéndose suficientemente rápido como para desarrollar líderes digitales, promover a los jóvenes y construir nuevos modelos.
La disrupción digital se está dando a un ritmo más veloz que el desarrollo de las capacidades de liderazgo necesarias. Las compañias argentinas no solo necesitan líderes más sólidos y completamente diferentes a los tradicionales; necesitan formar una nueva generación de líderes más jóvenes, más ágiles y “digitalmente listos”.
Actualmente, ya no se trata tanto del arte de liderar sino de los desafíos que enfrentan los líderes, especialmente, si se tienen en cuenta las drásticas transformaciones de los negocios impulsadas por el cambio digital en nuestro país y en el mundo. La idea de ver al líder como un héroe ya perdió vigencia. Organizaciones altamente efectivas consideran al liderazgo como un esfuerzo de equipo y contratan perfiles que pueden trabajar junto a otros, complementarse y funcionar como parte de un equipo.
En un entorno altamente cambiante como el nuestro, los nuevos líderes deben saber construir y dirigir equipos; mantener a las personas conectadas y comprometidas y fomentar la innovación, el aprendizaje y la mejora continua de los procesos. Los referentes argentinos necesitan habilidades interdisciplinarias. La innovación y la toma de riesgos son las dos características que definen al nuevo liderazgo de alto impacto. La toma de riesgos es uno de los motores más importantes en los ejecutivos de alto desempeño.
Los líderes actuales y futuros de nuestro país deberán contar con nuevas habilidades. Deberán ser innovadores, adaptables, colaborativos. Deben adaptar sus propias actividades y las de sus equipos de trabajo para mantenerse competitivos y tener ventaja en las nuevas oportunidades del mercado. En este nuevo entorno de estrategias disruptivas e innovación radical, adaptarse requiere una serie de habilidades que no eran relevantes anteriormente.
No todas las compañias argentinas tienen una cultura vanguardista y fuera del status quo. Sin embargo, las organizaciones necesitan adaptarse al tirmo del negocio y el mercado. Se debe buscar dentro de los talentos internos, la capacidad de pensar de manera diferente y el nuevo líder debe avanzar en un modelo disruptivo en el marco de la agilidad de los negocios para alcanzar la velocidad del mundo actual.
Además, deben estar dispuestos a derribar los obstáculos y los procesos que tradicionalmente frenaron la transformación en Argentina. Es necesario que las estructuras sean más simples y recurran a menos burocracia para no desacelerar los cambios de dirección, sino permitir que las ideas se adapten fácilmente al entorno tan cambiante de nuestro país. La pregunta que nos hacemos es, ¿estámos preparados para pensar en un modelo ágil en un momento de tanta trasformación socioeconómica? El desafio que tenemos por delante es gigante. Preparados, listos, ya.
(*) Speaker internacional, doctor en Psicología Social y posdoctor en Psicología. Autor del libro “Innovadores Disruptivos”.