Según los expertos, los pinchazos de ácido hialurónico no se reabsorben del todo
Lejos de desalentar al paciente, la presunta fugacidad de las infiltraciones funciona como un reclamo. En una sociedad donde el 40 por ciento de la edad media de acceso a tratamientos medicoestéticos ha descendido de los 35 a los 20 años, y donde uno de los aspectos que más se valora es su efecto temporal, no definitivo; todo, según un estudio reciente de la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética).
Sus datos revelan un creciente interés y uso de esta especialidad médica, quizá en la ignorancia de que todo lo que se inyecta deja un rastro en la piel, una huella estética también negativa.
Hoy día está presente en cosméticos, en inyecciones, y en la mayoría de productos oftalmológicos para el ojo seco.
— Julio (@JulioFdez79) February 27, 2023
Hablo del Ácido Hialurónico. pic.twitter.com/vdXYFTQQSi
Qué es la huella estética
El doctor Jaime Tufet acuñó esta expresión en alusión al “residuo prolongado y hasta permanente que dejan los productos reabsorbibles inyectados para producir transformaciones faciales”. Como dice el doctor Leandro Martínez, dermatólogo del GEDET (Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica), “hay un porcentaje de ácido hialurónico que no se reabsorbe por completo, sobre todo cuando se aplica en exceso o con técnicas inadecuadas”.
De este modo, quien comienza a rellenarse el labio de forma reiterada desde una edad temprana probablemente pierda su forma inicial. “Esto puede ser interesante, sin duda, cuando se busca corregir algo en concreto, como una asimetría, pero en otras ocasiones al contrario: un tratamiento al que te sometes con veinte años no es lo que buscas a los cuarenta”, aseguran desde Clínica ITYOS.
La consecuencia más evidente es la temida ‘cara de haberse pinchado’, donde “aparecen rasgos que no serían los correspondientes a la edad de la persona tratada”, aprecia el fundador de la Clínica Tufet. No obstante, este médico estético aclara que la huella estética no constituye un juicio de valor, sino un rastro perceptible mediante ecografía y biopsia.
Cómo evitarla
Para prevenirla, lo primero es “un buen diagnóstico y un plan de tratamientos orientados siempre a las necesidades del paciente”, recomienda la médico estético Ana Revuelta, con clínicas en Madrid y León. En segundo lugar, “se debe inyectar la mínima cantidad y espaciar las infiltraciones al máximo, para que al organismo le dé tiempo a degradar el producto”, detalla Tufet.
Él describe la huella estética como “un ‘empacho’ de los procesos biológicos de reabsorción”, que puede evitarse con “tratamientos que no introduzcan sustancias ajenas al cuerpo”. Una cosmética efectiva (como la dispuesta al final de este artículo) sería perfecta, sobre todo, al potenciarse con “láser, bioestimuladores de colágeno y microagujas, que devuelven a la piel su capacidad regenerativa”, aconseja Martínez. Así, Revuelta prescribe Ultherapy, el lifting no quirúrgico de MerzAesthetics, y desde Clínica ITYOS apuestan por Morpheus 8, de InMode, la radiofrecuencia bipolar fraccionada por microneedling.
Cómo eliminarla
“En los últimos años ha crecido mucho el número de pacientes que acuden para retirar ese exceso de producto”, explica Revuelta. Por suerte, los doctores confirman que todos los rellenos ‘reabsorbibles’ pueden eliminarse sin problema. En cuanto a los ‘fijos’ , es mucho más complicado; la denominación resulta acertada en este caso.