Por Sandra Martin Lachaise, perito de la Asesoría Pericial La Plata, docente de la Universidad Católica de La Plata y psicóloga clínica, especial para NOVA
Como profesional abocada a esta labor, trabajo diariamente con mujeres que son víctimas de actos siniestros como es la violencia por motivo de género.
Muchas veces nos preguntamos qué es lo que lleva a las víctimas a permanecer en estos lugares.
Hoy en día estos temas han avanzado, pero aún queda mucho camino por recorrer.
Sabemos que, en este tipo de vínculos, las mujeres víctimas, quedan atrapadas en una red negativa de la que les es difícil salir.
Para ilustrar lo que se observa en este tipo de relaciones podemos hablar de fases:
Estas agresiones van en aumento, hasta llegar a la última fase en la que el agresor pide perdón, promete que no va a volver a ocurrir, hace sentir culpable a la víctima del desenlace y el ciclo se vuelve a repetir.
Las agresiones van en aumento, como así también la gravedad.
Muchas veces las mujeres víctimas se van aislando, perdiendo todo vínculo social, hasta quedar solas en manos del agresor. Dificultando aún más el pedido de ayuda.
Por esta razón la importancia de crear lazos de contención, a donde la víctima pueda acudir y solicitar ayuda. La terapia psicológica, es una de ellas.
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