Sin embargo, la primera perlita estaría en sus consumos de la tarjeta de crédito ya que oscilarían en 77 mil pesos generando un desfasaje superior a 50 mil. Además, Zubieta tendría cuotas de 20 mil pesos mensuales por un crédito que solicitó al banco, teniendo que retribuirle a la entidad financiera mensualmente unos 100 mil pesos, que saldrían de su bolsillo.

Por otro lado, el gremialista sería propietario de cuatro vehículos: un Peugeot 307, un 408, una Renault Koleos y una Duster cuyos montos superarían el millón y medio de pesos, con un inmueble ubicado en Ringuelet de 200 metros cuadrados, que a valor de mercado cotiza unos 200 dólares.

Otra irregularidad del sindicalista es que fue monotributista pero fue dado de baja por la AFIP por no haber presentado la correspondiente declaración jurada, cuestión que fue solucionada. Ya como persona física, habría declarado en sus ingresos brutos por 167 mil pesos anual pero sorpresivamente en el balance 2017 no facturó y le debería más de 10 mil pesos a ARBA por estar en la categoría 3 de deudores.

La frutilla del postre, y como si fuera una especie de nepotismo, es que Zubieta puso a trabajar a su hijo Facundo Nicolás Zubieta en el SSP. El joven se lleva 20 mil pesos mensuales del gremio que maneja a gusto y piacere su padre y tendría dos autos: un Renault Clio 2012 y un Peugeot 208, modelo 2014.

Así, los números del patrimonio y la correlación de gastos del clan Zubieta no cerrarían por ningún lado…