
Con la personalidad arrolladora que la caracteriza, a lo largo de las décadas Madonna se ha destacado por su enorme poder para reinventarse, no solo a nivel musical, sino también en cuanto a su imagen.
Fiel a su estilo provocador, osado e innovador, la reina del pop ha apostado a los cambios permanentes en el estilo de sus peinados y cortes, sacándole provecho a la singularidad de un rostro que se ha adaptado sin inconvenientes a esta ola de transformaciones.
Emulando a Marilyn Monroe, Evita o Cleopatra; con look de sirena, galáctica, gatúbela, rockera, cowgirl, disco, dance, adolescente rebelde, gótica, pirata, vintage; con el cabello corto, medio o largo; castaño, rojizo o platinado, nada de lo que ha probado desentonó con un desparpajo sin igual, que tantas figuras mundiales buscaron imitar sin éxito.