¡Se quiere una crisis! Lula y Alberto Fernández insisten con una Moneda Común entre Argentina y Brasil

Se ratificó nuevamente el estudio preliminar para la creación de una moneda común sudamericana, en principio entre Argentina y Brasil, pero abierta para la recepción de otros países de la región. Se trata de una iniciativa suscrita públicamente por el presidente Alberto Fernández y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
Pero la iniciativa que efectivamente está sujeta a estudio dista mucho de las expectativas del imaginario popular. Solo para comenzar, el proyecto inicial propone crear un instrumento de circulación legal que sustituya al dólar como medio de cambio para llevar a cabo transacciones financieras y comerciales.
Maduro acaba de anunciar que respalda la creación de una moneda común para América del Sur, proyecto impulsado por Lula da Silva y Alberto Fernández.
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) January 23, 2023
Venezuela llegó a tener una hiperinflación de 53.798.500 %.
Argentina: 94 % de inflación.
¿Qué podría salir mal? pic.twitter.com/WLO0exAQt5
En otras palabras, el eventual “Sur” (el nombre de la hipotética moneda) serviría para financiar operaciones de las cuentas corriente y financiera de Argentina y Brasil, como exportaciones e importaciones, deudas, remesas, dividendos, etcétera. Pero no una moneda que sustituya al peso argentino o al real brasileño en la vida cotidiana de la gente.
El real y el peso seguirán siendo monedas de curso legal en cada uno de los respectivos países, y para desgracia de Argentina el BCRA seguirá rigiendo el comportamiento de la oferta monetaria y la inflación, tal y como lo hizo hasta ahora y desde la salida de la Convertibilidad en 2002.
Lo que se estudia, en una primera etapa, es simplemente una herramienta de comercio regional para reemplazar la dependencia con el dólar, y todavía no la unificación monetaria.
Sin embargo, es importante resaltar que la unificación monetaria total con Brasil no fue descartada por el Gobierno de Fernández, y si bien la gestión de Lula demostró una fuerte reticencia inicial con esta idea, en la actualidad tampoco reniega la posibilidad de una moneda común con Argentina. Pero en la práctica la tarea de unificación es compleja, y supone un tortuoso proceso político que podría demorar años.
El ministro Sergio Massa explicó que, por solo poner un ejemplo, la sanción efectiva del Euro demoró hasta 35 años hasta que finalmente entró en vigor a partir de 1998. Se comprometen negociaciones no sólo monetarias, sino también acerca de pautas y requisitos fiscales para los Estados adheridos a la unión monetaria.
No se descarta una auténtica moneda común con Brasil que sea capaz de reemplazar al peso y al real, pero las negociaciones en curso y de más corto plazo no pretenden abordar este esquema en la actualidad, sino concertarse más bien en cuestiones comerciales y financieras.
“Habrá una decisión de empezar a estudiar los parámetros necesarios para una moneda común, lo que incluye desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de las economías y el rol de los bancos centrales. No quiero crear falsas expectativas … es el primer paso de un largo camino”, explicó el ministro Massa.
Lo que busca el Gobierno con el acercamiento a Brasil
Para el Gobierno de Fernández, la prioridad en las negociaciones con Lula da Silva no es la instalación de una moneda común para combatir la inflación, sino más bien generar un instrumento que evite la sangría de reservas internacionales para financiar importaciones en el marco del cepo cambiario.
El Gobierno pretende acordar un swap en reales con Brasil, ampliando la deuda del BCRA, a fin de obtener recursos frescos para financiar una parte sustancial del volumen importador del país.
Una maniobra para ralentizar el colapso del sistema cambiario, postergar la devaluación, y evitar el uso de restricciones cuantitativas a las importaciones que puedan ponerle un freno al nivel de actividad.
El principal problema para el crecimiento en 2023 es precisamente la falta de divisas a un tipo de cambio controlado y artificial. Un eventual swap con Brasil generaría una vía de escape, al menos, para financiar las importaciones con el principal socio comercial de la Argentina.
A diferencia de la unión monetaria, que demoraría años, la operación para generar un swap con Brasil es una alternativa mucho más rápida. El secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José De Mendiguren, alegó que es posible concretar la operación en cuestión de meses y defendió la aplicación de ese rumbo para el 2023.