Leopoldo Galtieri, el general que no pudo con la crisis económica y llevó a la Argentina a la guerra

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El 22 de diciembre de 1981, el teniente general Leopoldo Fortunato Galtieri asumía la Presidencia de la Nación, con la suma de los poderes ejecutivo y legislativo, en reemplazo del también dictador Roberto Eduardo Viola.
Galtieri llegó al poder en medio de una profunda crisis económica y social, que había erosionado la legitimidad del régimen militar iniciado en 1976. Con el apoyo de la línea dura del Ejército el nuevo presidente se propuso reactivar el proyecto autoritario y nacionalista de la dictadura, que se había visto debilitado por el fracaso de las políticas liberales de su antecesor. Para ello, Galtieri implementó un plan económico que incluyó la restricción del gasto público, la compresión del circulante y el congelamiento de salarios.
Estas medidas provocaron un aumento de la inflación, el desempleo, la pobreza y la desigualdad. Con el descontento de la población en aumento, comenzaron a movilizarse diversos sectores sociales, como los sindicatos, las organizaciones de derechos humanos, los partidos políticos y la iglesia. Ante este escenario, Galtieri buscó una salida política que le permitiera recuperar el apoyo popular y la cohesión interna de las Fuerzas Armadas.
La orden para hacer pie en las Islas Malvinas aguardaba el momento de la jugada maestra. El 2 de abril de 1982, las tropas argentinas desembarcaron en las islas y las ocuparon sin resistencia. La acción fue recibida con entusiasmo y alegría por la mayoría de la población, que vio en la gesta una oportunidad de reivindicar la soberanía nacional sobre el territorio irredento. Sin embargo, el clima de triunfo duró poco.
El Reino Unido, que consideraba a las islas como parte de su territorio, respondió con una contraofensiva que desencadenó una guerra que duró 74 días y que terminó con la derrota argentina. El 14 de junio de 1982, el comandante de las fuerzas argentinas en las islas, general Mario Benjamín Menéndez, firmó la rendición ante el comandante británico, Jeremy Moore. La guerra dejó un saldo de 649 muertos y 1.188 heridos del lado argentino, y de 255 muertos y 777 heridos del lado británico.
Además tuvo graves consecuencias políticas y sociales para la Argentina, que vio derrumbarse el régimen militar y se sumió en una profunda crisis institucional. Galtieri, que había sido el principal impulsor de la aventura bélica, fue obligado por la Junta Militar a renunciar el 17 de junio de 1982. En pocos días, pasó de la euforia triunfalista a la derrota y conoció la dura crítica y las recriminaciones de un país desilusionado.
En 1985, el expresidente Galtieri fue juzgado y absuelto por la comisión de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura, pero en 1986 fue condenado a 12 años de prisión y degradación por su responsabilidad en la guerra. En 1989, fue indultado por el presidente Carlos Menem, que además le restituyó el grado de teniente general. En 2002, fue detenido nuevamente por sospechas de comisión de crímenes de lesa humanidad. Falleció el 12 de enero de 2003, antes de entrar en juicio, a causa de un cáncer de páncreas.