Contando con una más que probable falta de destreza con la plancha o el secador, las opciones se reducen, de ahí que los mil usos del lazo nos parezcan la mayor genialidad pensada para los ‘no profesionales’ del cabello, especialmente en el periodo navideño.

Porque si no se tiene un lazo en esta época del año, ¿cuándo se tiene? Al fin y al cabo, hasta el envoltorio de un buen regalo es susceptible de ser el tocado de la temporada.

El mítico lazo negro que Chanel incluye en sus diseños desde el inicio de la firma daba el salto al cabello hace unas temporadas con lo que parecía ser un look cerrado para un desfile concreto.

Al presente, el lazo negro, ya sea de raso o de terciopelo -el de organza parece haber pasado a un dicretísimo tercer puesto-, se ha colado en los estilismos más aplaudidos de las últimas temporadas.

Los nuevos peinados de moda no convierten al lazo en un accesorio secundario con el que solucionar un peinado, sino que la solución se convierte en el centro del peinado.

Queda inaugurada la era del lazo-tocado. Aquí, cuanto más estructurales, altos y llamativos, mejor. Por supuesto, si el largo de los cabos puede acompañar a nuestra melena o incluso sobrepasarla, como le ocurría al bob de Jill Kortleve en el desfile de Chanel en el que se convertía en la novia.

En esta indudable expansión que comenzó a hacer ruido sobre la pasarela en 2021, pero que ahora ha llegado a las calles, mires por donde mires, la necesidad de colocar un lazo trendy sobre la cabellera ha agudizado el ingenio de las aspirantes a fashionistas.

Los lazos con los que se cierran regalos o la cosmética de lujo ha proliferado como antaño.

Si no tienes para un lazo de terciopelo con un abalorio dorado de Chanel, puedes recuperar la lazada con el logo impreso con el que cerraron aquella barra de labios y colocarla en tu coleta.

Puede que Maria Grazia Chiuri no haya decidido que sus modelos lleven un lazo en el que ponga Dior Dior Dior Dior porque no encaje con su estética. Hazlo tú, rompe las reglas, se "it" a tu modo.