Por la doctora Paola Caro (*)
Las Fiestas de fin de año son fechas en las que muchas personas optan por el uso de fuegos artificiales. Conocer los riesgos para ellas y para quienes las rodean forma parte de la prevención para evitar accidentes.
Además, se debe tener en cuenta que el uso de artículos y artificios de pirotecnia, de estruendo o sonoros afecta la calidad auditiva de la población, y en particular a los sectores más vulnerables de la sociedad entre los que se encuentran los niños, ancianos, personas con discapacidad con Trastorno del Espectro Autista (TEA), así como también a la fauna y al ambiente en general.
De todas maneras, aquellos aficionados que aún quieren hacer uso de los fuegos artificiales tienen que contar con medidas de prevención para evitar accidentes y saber qué hacer frente a una quemadura.
La pirotecnia siempre debe ser manejada por adultos con protección ocular y ropa no inflamable. Nunca se debe apuntar a otras personas, animales u hogares; tampoco usar la pirotecnia en lugares cerrados ni en sitios cercanos a garrafas, estaciones de servicio, autos y cocinas.
Las zonas del cuerpo más afectadas por las quemaduras suelen ser los brazos, las manos y el rostro porque muchas veces el tiempo que transcurre entre el encendido y la explosión del fuego artificial puede no ser el suficiente para adoptar una distancia prudencial.
Estas son otras medidas de prevención:
- Si el artefacto no explota, no hay que tocarlo. Es mejor apagarlo con abundante agua y mantenerse lejos.
- No colocar pirotecnia en los bolsillos.
- Comprar pirotecnia autorizada. Debe contar con la leyenda “Autorizado por el Renar”, la inscripción del número de registro que corresponde, datos del fabricante o importador del artefacto.
- No usar petardos con mechas de un centímetro o menos porque no dan tiempo a quien los enciende de alejarse lo suficiente.
- Apoyar la pirotecnia en el suelo para encenderla y no sostenerla nunca en la mano. Evitar los experimentos como detonar pirotecnia dentro de frascos, botellas, latas u otros recipientes.
Ante una quemadura por pirotecnia, se debe lavar la zona con agua fría y cubrirla con gasas estériles o con telas limpias y húmedas. El dolor de las quemaduras pequeñas cede fácilmente al contacto con el agua fría. Pero en el caso de grandes quemaduras se debe buscar una manta, mojarla completamente con agua fría y cubrir a la víctima.
Es importante retirar anillos, pulseras u otros elementos que causen presión sobre la zona quemada y si la quemadura es en dedos, separarlos con gasas húmedas antes de vendarlos.
De inmediato, se debe trasladar a la persona quemada al hospital o centro asistencial más cercano y no aplicar lociones, cremas, ungüentos, hielo, pasta de dientes, alimentos congelados o grasa; ni remover la piel resquebrajada ni reventar las ampollas.
Por todo ello, es importante reflexionar sobre el uso de la pirotecnia, que siempre acarrea un riesgo para quien la utiliza y para las demás personas.
(*) (MN 113.445), directora médica de vittal.