Problemas para armar el gabinete y promesas sin cumplir

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA
El domingo 19 de noviembre, Javier Milei fue ungido presidente de la República por voluntad de 14 millones de argentinos. De inmediato se lanzó a la difícil tarea de armar, ni más ni menos, que un gobierno. A partir de entonces han desfilado por el Hotel Libertador decenas de aspirantes al empleo público. Algunos quedaron y otros no, pero lo concreto es que a poco más de diez días de asumir la Presidencia, no hay certezas sobre quiénes van a acompañar a Milei, ni hasta dónde llega la intervención del macrismo.
El nivel de improvisación con que se manejan las designaciones del gabinete son una clara confirmación de lo que se pensaba durante la campaña: Milei está sólo y no tiene una estructura conformada por técnicos y profesionales en condiciones de integrar un equipo, que tiene capitán, pero le faltan jugadores para cubrir puestos clave. Entre los cargos que restan cubrir está nada menos que la estratégica presidencia de la Cámara de Diputados. Elegir a la persona equivocada pone en riesgo el apoyo parlamentario al gobierno.
Gobierno intervenido
El gabinete está que arde. En el área económica ya pasaron dos presidentes por el Banco Central: Emilio Ocampo y Demian Reidel. Ni siquiera llegaron a probarse el traje para la asunción y el BCRA al cierre de esta nota aún no tiene presidente. Con Ocampo se va el plan de dolarización, que pasará a la historia como la primera decepción para el votante de Milei. Aquellos que pensaban extraer billetes verdes del cajero automático, por ahora deberán confirmarse con sacar el de 500 pesos.
Frente a la inestabilidad del Banco Central, está la sólida designación de Luis Caputo en Economía. ¿Quién opinaba Milei en 2018 sobre su ministro? "Caputo se fumó más de 15 mil millones de dólares. Se terminó en el Fondo Monetario Internacional, lo echaron a (Federico) Sturzenegger acusándolo de manejar mal la mesa, y se fumó 15.000 millones de dólares de reservas irresponsablemente, ineficientemente. Y nos deja este despiole de la Leliq. Y bueno, ahora (Guido) Sandleris va a tratar de hacer lo que pueda".
Milei creía públicamente que la gestión económica de Cambiemos era poco menos que desastrosa. Por esa época, elaboró un discurso disruptivo que tenía al macrismo como principal blanco de su despiadada crítica. Pueden verse en YouTube las apariciones televisivas del economista de pelo revuelto que hace un mes se casó políticamente con Macri. Parafraseando a Jorge Luis Borges, no los une el amor sino el espanto.
Puede ser que Milei sea un político pragmático y piense en designar a los mejores, pero es claro que no pensaba que Caputo sea de lo mejor. También puede ser que estemos conociendo el verdadero alcance del pacto de Acassuso y que Caputo es el interventor macrista en el área económica. Caputo es parte del precio que debe pagar Milei por el apoyo de Juntos por el Cambio en el balotaje, como lo es Patricia Bullrich en Seguridad.
“Pichichi” se queda y los demás pasan la gorra en Estados Unidos
Otro frente en que el mileismo se muestra pragmático es el de las relaciones exteriores. Por estos días la futura canciller, Diana Mondino, visitó Brasil con dos objetivos claros: lograr un acercamiento con el gobierno de Lula da Silva y pedirle al embajador Daniel Scioli que continúe en el cargo más allá del 10 de diciembre. El motivo que explica la intención de sostener a un miembro de "la casta" es que el ex gobernador bonaerense supo construir buenos lazos, tanto con Jair Bolsonaro como con Lula.
Mientras Mondino trata de pavimentar el camino a Brasil -que el propio Milei destrozó en campaña- el presidente electo viajó a Estados Unidos. El viaje habría sido costeado por Gerardo Werthein, futuro embajador argentino en el país del norte. Junto al presidente y el embajador viajaron Luis "Toto" Caputo, Nicolás Posse, Karina Milei y el embajador norteamericano en la Argentina, Marc Stanley.
Mientras el presidente visitó la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, los futuros ministros que lo acompañan -junto a Santiago Caputo, principal consejero presidencial- se reunieron con inversores y banqueros de Wall Street. En paralelo el presidente electo se conversó con el expresidente norteamericano Bill Clinton. Después de ese encuentro el presidente argentino viajará a Washington, pero no será recibido por el presidente Joe Biden, pero sí por Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional.
Los que ya están y los "siamo fuori"
Mientras tanto aquí sigue la interna del gabinete. Ya están confirmados, además de los que ya se muestran en funciones, Sandra Pettovello, en Capital Humano; Guillermo Ferraro, en Infraestructura; Guillermo Francos, en Interior; Mariano Cúneo Libarona, en Justicia y Omar Yasin, en la Secretaría de Trabajo. También está confirmado el cordobés Osvaldo Giordano en Anses, en lugar de Carolina Píparo, que se quedó con las manos vacías pero sigue siendo diputada, porque la cuestión es estar y cualquier lado le viene bien.
Otra que por ahora no recibió su parte del botín es la vicepresidente electa Victoria Villarruel. El propio Milei había manifestado públicamente que su compañera de fórmula iba a tener a su cargo las carteras de Seguridad y Defensa, pero eso no es lo que está pasando. Por eso hay un cierto malestar entre los mileistas de la primera hora, porque fueron relegados por el Pro y por el cordobesismo.
Hay que avisarle al entorno presidencial que falta muy poco para que Milei asuma y que la los problemas de la Argentina se dividen entre muchos, que son urgentes y otros tantos, que son importantes. Que mientras ellos van y vienen con la rosca libertaria, la ciudadanía espera que se enfoquen en las soluciones y que dejen de comportarse como "la casta" a la que tanto desprecian, pero a la que tanto se parecen.