El sexo esporádico, ¿es en realidad lo que nos hacen creer? Se dice que es una especie de alegría mediante el placer que se nos otorga al buscar diferentes parejas sexuales. No quedarse siempre con una sola persona y disfrutar de nuestra sexualidad, abriéndola a otros campos, es lo que se vende como pan caliente.
Pero, a su vez, el sexo completamente vacío de sentimientos visto como una actividad mecánica para lograr un rato de disfrute. "Solo es sexo", pensamos cuando estamos vistiéndonos de nuevo. Como si fuera una especie de trámite rápido que se hace en la ventanilla de una oficina y luego pasas a otra cosa. Ahora, esto mismo es lo que nos termina llevando a una clase de desencanto sexual.Esta misma revolución es la que termina hundiendo a varias personas.
En los líos de 1-3 noches, el 11-16% de las mujeres llegaría al orgasmo
— Ayme 🇵🇸 (@_ayme) June 19, 2023
No compensa tener facilidad para hacer “matches” en Tinder y practicar sexo esporádico si 1) rara vez se trata de un sexo satisfactorio y 2) no se premia socialmente (como en los hombres) sino que se sanciona pic.twitter.com/HpjYk4aziz
Sexo banal, desencanto sexual
El sexo en la sociedad occidental ha mutado hasta convertirse en un nuevo tipo de ocio, que solo tiene significado si sus componentes deciden dárselo.
Pero claro, cuando la mayoría de matches dan a entender que por su parte no va a haber ese trato especial (esa distinción emocional), sabes que de añadirle el sentido sentimental, no puedes reprocharles nada, estabas avisado.
Pero ¿es algo que podemos hacer? ¿Nos beneficia vivir así la sexualidad? Y, sobre todo, ¿es esta la sexualidad que queremos?
El sexo es una forma de intimidad, palabra que viene de íntimo, lo que, según la filosofía, se aplica a las cosas profundas del alma humana.
Extirparle al sexo su lado humano, nos lleva a muchas personas a sentir que sí, tenemos encuentros sexuales consentidos y deseados, pero nos dejan igualmente con una sensación amarga en la boca, en la piel, en las manos…
La de vernos en situación de haber tratado como algo banal, algo que en realidad es serio.