La victoria contundente de Javier Milei en las nacionales pintó un mapa político tal vez impensado en la provincia de Salta. Si bien el conductor de La Libertad Avanza fue amplio ganador en las PASO y las generales de octubre en tierras de Güemes, la llegada a Casa Rosada del economista significa que sus pupilos de distintos puntos del país tengan un ápice de esperanza de formar parte de este nuevo gobierno. Así es que, apenas conocidos los resultados, algunos "massistas" se pusieron en contacto con el referente del espacio en Salta, Alfredo Olmedo, para "felicitarlo" por el trabajo realizado y, de paso, ponerse a disposición.
A pesar de los esfuerzos de distintos sectores de la política, concejales, diputados, senadores, intendentes, asistentes, funcionarios y cuanto peronista se haga llamar fiel seguidor del general que estuvieron a cargo de las diferentes escuelas y zonas urbanas y rurales de la provincia para captar votos a favor del ex candidato de Unión por la Patria; finalmente los salteños reafirmaron la intención de acompañar a Milei en las urnas.
De hecho, el único punto fuerte que se anotó Sergio Massa en Salta fue el departamento San Martín, tierra del Oso Leavy, hoy senador nacional. De ahí, los lugares donde Massa sacó ventaja fue por diferencia reducida, y en densidades poblacionales profundamente más bajas que la Capital u Orán, las más pobladas en el territorio.
Con este nuevo mapa político, fueron muchos los que ya se pusieron en contacto con "Cepillo" Olmedo para "ponerse a disposición", lo que coloquialmente se conocería como "pegar el mangaso". Quitando al zurdaje trosko provincial liderado por Romina Del Plá y Violeta Gil, son varios los que ya contaban con algún puestito en Buenos Aires, o alguna asesoría por ahí para comandar en perfil bajo. Se sabía que si Massa era electo, muchos de estos mismos de siempre seguirían estando a pesar de no haber sido favorecidos en las elecciones locales.
Entre los que ya andan buscando acercarse al hombre que anunció que irá por la gobernación en 2027, hay funcionarios de primera línea, intendentes que tuvieron que arrancar los carteles con engrudo de sus paredes este domingo entrada la tarde-noche, y algún que otro legislador saliente que, recordando cuando hubo un entendimiento entre romeristas, olmedistas y el naciente saencismo allá por el 2015, ya estarían preparando el "¿Qué hacés, perdido?" para proseguir después con el garroneo de influencias.
El peroncho pierde las elecciones, pero no las mañas.