
Cuando se padece indigestión enseguida se llega a suponer que algo que se comió cayó mal. Esto es algo que les pasa a muchísimas personas y no siempre tiene que ser una cuestión que genere alarma ni necesite de cita con el médico. No obstante, en ciertos casos existen algunas señales extras que pueden indicar que se trata de algo más serio como la gastritis. Repasemos cuando considerarla y qué pasos seguir para tratarlo.
La gastritis es un tipo de inflamación del estómago que se da por factores bastante diferentes. Popularizada habitualmente como un dolor estomacal, trata de un síntoma común que puede tener su raíz en causas varias y desaparecer sin tratamiento. En otros casos, puede que sea requerido el uso de medicamentos para bajar las molestias, por unos días o crónicos.
Los especialistas del Centro Médico Bustos Fernandez, pioneros en la atención de las patologías del sistema digestivo, analizan que consiste en una inflamación de la mucosa gástrica, producida por la alteración del equilibrio que debe recubrir esta mucosa. Los elementos que más pueden alterarla son el ácido, la pepsina y la bacteria helicobacter pylori, así como los antiinflamatorios, el estrés excesivo y algunos alimentos.
Entonces, al romperse el equilibrio, la mucosa se expone a los jugos gástricos, causantes de la acidez fuerte, y a su vez se inflama causando gastritis aguda, las que en general se incrementa hasta ser permanente y erosiva, a veces dando lugar a úlcera.
La manifestación clínica de la gastritis
Como observamos, en muchos casos, los síntomas iniciales son mínimos o no se les hace caso ya que todos podemos padecer en algún momento hinchazón de vientre, digestión lenta, acidez o pesadez. Sin embargo, cuando el dolor abdominal se repite, la acidez quema, se producen vómitos y náuseas, estamos frente a síntomas claros de la gastritis. Y es ahí cuando se debe hacer la consulta profesional.
La necesidad del diagnóstico
Siempre en el consultorio, el médico es el único capaz de revisar el historial del paciente y llegar a un diagnóstico concreto, luego de realizarle prácticas como la endoscopía digestiva, estudios exploratorios específicos y análisis.
El tratamiento para la gastritis
Una vez definido el problema, el tratamiento de esta condición dependerá del tipo de gastritis que se presente y de la causa que dé lugar al malestar.
No obstante, muchas veces lo que genera gastritis es la toma continua de remedios, el consumo de alcohol excesivo, ciertas sustancias, niveles altos de estrés y comidas como las picantes o muy grasosas. Es posible remitir muchos de los síntomas evitando la ingesta de estos alimentos, masticando más las porciones, aprendiendo nuevos hábitos que generen bienestar, practicando ejercicio y siguiendo las indicaciones del profesional.
Cuando es necesario, la toma de medicamentos puntuales como los inhibidores de la bomba de protones son aconsejados por su eficacia para neutralizar, siempre bajo control y prescripción.